Vuelvo a encontrarme con mi EX y me vuelve su esclavo sexual
Arturo no estaba pasando una buena racha. Nuria, su novia, después de varios años estando juntos decidió romper la relación. La añoraba aún cuando en el sexo no fuera especialmente fogosa y morbosa. Pero lo compensaba con otras cualidades.
Dejó de salir con el grupo habitual, ya que él fue, en su momento, el nuevo. Eran todos amigos de Nuria, y aunque con el tiempo, también suyos, es como cuando te separas de tu mujer. Dejas de salir con tu cuñado.
Un día meses después de la separación recibió un whatsapp de Susana. Era amiga de uno de la antigua panda que a veces se unía a ellos para salir de marcha. Ella le recordaba a esa tal Roro del Tiktok, por su forma suave de hablar, delgadita, tranquila. Casi una mosquita muerta. Pero con bastante morbo. Y con gafas. Le ponían mucho las chicas con gafas. Mona de cara y con un par de tetas que, a pesar de no ser muy grandes, resaltaban en su delgado cuerpo. Y encima tenía un culo precioso, redondito, tentador. No dejaba disimuladamente de mirárselo sobre todo cuando llevaba pantalones ajustados.
Vamos, que más de una paja se cascó a su salud, aunque nunca se atrevió a intentar nada con ella. Estaba con Nuria y no quería líos. Y al final ella lo dejó aduciendo que no había futuro para ellos, que ya no sentía lo que al principio. Sus súplicas no sirvieron para nada.
-Hola Arturo. ¿Te acuerdes de mi? Soy Susana- decía el mensaje.
-¿Susana? ummm ¿Susana? (emoticono de dudas) Pues ahora no caigo - respondió, bromeando, ya que tenía la foto de ella como avatar en el chat.
-La amiga de Luis. Salimos de marcha algunas veces.
-Jajaja, mujer. Claro que me acuerdo. ¿Cómo estás?
-Bien, gracias. ¿Tú qué tal?
-Tirandillo.
-Fue una putada lo de Nuria. Se os veía tan bien juntos.
-Ya… pero no siempre es oro todo lo que reluce. ¡Que le vaya… bien!
-Verás, te preguntarás por qué te he contactado después de tantos meses.
-N, que va. Es porque siempre te gusté y no podías aguantar más sin salir conmigo - bromeó Arturo.
-Jajajaja. No. Bueno sí, no voy a negar que siempre me pareciste un chico mono. Pero como estabas con Nuria nunca me atreví a nada.
-¿Y ahora quieres… atreverte? - Preguntó Arturo sintiendo como su polla empezaba a despertarse.
-Bueno, es algo más… complicado. Pero preferiría hablarlo en persona. Aunque no creas, estoy hecha un flan. Espero poder atreverme.
-¿Pero qué es? - El chico se empezó a intrigar.
-Ya te contaré cuando nos veamos. Es sobre algo que un día Nuria me contó cuando tenía un par de copas de más.
-¡Coño! ¿Y qué te dijo?
Susana dudó si decírselo en ese momento por whatsapp o esperar a decírselo en persona. Optó por soltárselo en ese momento. Tras unos segundos, le contestó.
-Pues… me dijo que tienes una buena polla y que cuando te corres eres como un toro, que echas mucho semen, demasiado para ella - y añadió varios emoticonos de risitas y mejillas sonrosadas.
Arturo leyó la frase varias veces para asegurarse de que la había entendido bien.
-¡Joder con Nuria! - respondió.
-jiji sí. Creo que no se acordó nunca de que me lo dijo. Pero yo no lo he olvidado.
Sí que era cierto que Arturo tenía una buena polla y que sus corridas eran abundantes y espesas. También era cierto que a Nuria eso no la ponía especialmente cachonda. Más bien al contrario. No ocultaba su asco al pringue.
-¿Y de eso quieres hablar? - le preguntó él.
-Sí. Pero mejor el resto te lo comento en persona. ¿Cuándo podemos vernos?
Susano no oyó la bragueta del pantalón de Rodrigo cuando él se la bajó y se sacó la polla.
-Pues cuando quieras - respondió el joven - La verdad es que ya tengo la polla dura. Porque es eso lo que quieres, ¿No?
-Uf. Sí… Pero es algo más complicado. ¿Me mandas una foto?
-¿Mía o de mi polla?
-Jajaja. A ti ya te conozco. De tu polla.
Rodrigo dudó. Se miró la polla, asomada por la bragueta. Ya le brillaba la punta de excitación. La calentura pudo más que su cordura. Además, se dijo, nadie lo iba a reconocer por una fotopolla a no ser que conociera muy bien su polla. Y seguramente ni así.
Se levantó, se sacó también los cargados huevos y buscó un buen encuadre. Decidió hacer la foto contra la pared blanca para que ningún detalle pudiese delatarlo y sacó la imagen. La miró. No le gustó el encuadre y sacó otra.
Esta segunda si le gustó. La polla se veía bien, en todo su duro y poderoso esplendor. Sus gruesas venas marcadas, sus redondos huevazos. La remiró y se la mandó a Susana.
-Ahí tienes a mi chiquitín - le añadió.
La chica abrió los ojos cuando vio aquella preciosa polla. Nuria no le había mentido. Era una señora polla. Sus pezones se endurecieron y frotó sus muslos. Rodrigo no vio como ella se mordía el labio mirando la foto.
-Uf, Rodrigo. Tienes una polla… preciosa.
-Pues es toda tuya. Me has puesto muy cachondo, Susanita.
-Ya lo veo. ¿Cuándo podemos vernos?
-Por mí ahora mismo.
-Vale. Vivías por el centro ¿no?
-Sí. Te mando la dirección. ¿Cuánto tardas?
-Unos 20 minutos.
-Pues vente. Que te voy a follar bien follada.
-Antes tenemos que hablar, Arturo.
-¿Hablar? ¿Sobre qué?
-Ya te cuento cuando nos veamos. Voy en camino. Chao.
-No me dejes en ascuas. Dime de qué va la cosa.
-Prefiero hacerlo en persona. Hasta ahora.
Arturo no quiso insistir. Tenía la polla dura, estaba intrigado. Se sentó en al salón a esperar y empezó a hacerse una paja lenta recordando a la chica que en breves minutos estaría en su casa para… ¿follar?
Estaba claro que ella quería echar un polvo. Pero eso de hablar antes lo tenía algo descolocado. Aún así, cerró los ojos y empezó a imaginarse todo lo que haría en cuanto ella llegara. Pensó que aunque la chica parecía tranquila, con aquella voz suave y aspecto de nunca haber roto un plato, en realidad era puro fuego follando. Le había pedido una foto de su polla. Y le había dicho que sabía que se corría abundantemente. Eso con Nuria siempre fue un problema, demasiado remilgada, pero pensó que con Susana sería distinto.
Miraba el reloj, sin soltarse la polla. Justo 21 minutos después de que ella me dijo que salía, el timbre de su puerta sonó. Se levantó y se dirigió a abrirla.
-"¿Me guardo la polla o le abro así la puerta?" - pensó cuando llegó a la entrada.
Estaba claro lo que ella quería, así que decidió abrirle tal y como estaba. Pero tuvo la precaución de antes cerciorarse por la mirilla que era ella, no fuera a ser una testigo de Jehová, el portero o el cartero.
Era ella. Con las mismas gafas que tan sexy la hacían, su linda carita con las mejillas en ese momento sonrosadas. Abrió la puerta, pero quedándose él tapado por ésta, y le dijo que pasara. En cuanto ella entró, cerró la puerta.
La miró de arriba a abajo, deteniéndose en el escote. Tenía un lindo vestido azul marino y blanco, con tirantes. Y unos bonitos zapatos a juego.
-¿Esto es lo que has venido a buscar, no? -le dijo, señalando hacia su palpitante polla
Susana la miró. El coño no se le mojó porque lo tenía empapado desde que él le había mandado la foto. Pero todo su cuerpo se estremeció al verla en vivo.
-Uf, Arturo - exclamó la chica, aumentando el rubor de sus mejillas
-¿Te gusta mi pollita?
-¿Pollita? Tienes un pollón.
-¿Y a qué esperas para saludarlo? Necesita cariño.
Ella se acercó y la agarró con la mano derecha. Ni siquiera se habían dado un beso aún y ya tenía su polla en la mano.
-Está durísima - dijo, empezando una suave paja.
-¿Me vas a comer la polla?
-Pues… a eso he venido, sí. Pero…
-¿Pero?
-Antes tengo que contarte algo - dijo la chica, sin soltarle la polla.
-Pues tú dirás.
-¿Nos sentamos?
-¡Joder!, ¿tan largo es?
-No… Pero no creas. Estoy muy nerviosa.
-Mamando una buena polla se te quita.
-Jajaja. Venga, sentémonos y te lo explico todo.
Arturo la llevó al salón y se sentaron. Él con la polla asomando por la bragueta y ella con su manita rodeándola. La soltó para coger su móvil. Buscó algo y le dio el móvil al hombre. Él, al ver lo que era, no pudo dejar de exclamar.
-¡Coño! ¿Tienes un Onlyfans?
En la pantalla estaba abierta la app de Onlyfans y con una foto de Susana arrodillada en una cama con un conjunto muy sexy de lencería.
-Sí - respondió ella, subiendo y bajando despacito su mano a lo largo de la dura polla. - Mira los videos.
Arturo entró a la galería. Había muchos videos, todos con Susana en la portada, con distintas poses, distinta vestimenta. En algunas desnuda. Abrió uno de esos.
Apareció Susana sobre una cama deshecha. Mirando a la cámara, poniendo poses sexy. Al fin Arturo pudo ver su menudo pero perfecto cuerpo.
-Estás muy buena, Susana.
-Gracias - respondió ella, aumentando el ritmo de la paja.
-¿Desde cuándo tienes la cuenta?
-Como 6 ó 7 meses.
Arturo fue adelantando el video, hasta que ella estaba desnuda, con las piernas abiertas y masturbándose lentamente para la cámara. Su coñito rosado y brillante hizo que la polla de Arturo tuviera un espasmo.
El chico puso otro video. Era parecido. Poses sexy, miradas lascivas a la cámara, etc. En algunos incluso se veía como se penetraba con algún pequeño dildo.
-Uf, Susanita. Para que como sigas así me voy a correr antes de tiempo.
-Jajaja. Sí, mejor - dijo ella parando su mano.
-¿Sales sola en todos los videos?
-Sí. Por ahora salgo sola. Pero… estoy buscando… a alguien - le dijo, mirándole a los ojos.
Entonces Arturo empezó a atar cabos.
-Y has pensado en mí.
-Sí. Bueno, más bien en tu polla.
-Uf, me alagas… pero no creo que me atreviera a algo así - Pero su polla seguía dura, palpitando, rezumando líquido pre seminal por la amoratada punta.
-Ya… pero déjame explicarte.
Susana empezó entonces a contarle que al principio solo se creó la cuenta por probar, para ver si se sacaba un dinerillo extra. Solo sería algo erótico, suave.
Poco a poco fue captando seguidores pero éstos le pedían cada vez más. Algunos dejaban de seguirla al comprobar que apenas enseñaba nada, así que se atrevió a dar un paso más y empezó a mostrar su cuerpo entero. Luego a planos más explícitos y por último, a masturbarse frente a la cámara.
Entonces su canal empezó a ir mucho mejor. Y con ello, las ganancias. Pero sus más fieles seguidores seguían insistiendo en que querían más. Le pedían cosas explicitas. Entonces, uno de sus más fieles seguidores le dijo que tenía que dar el paso. Que muchos pagarían por verla con una buena polla en la boca, haciendo una buena mamada hasta que le cubrieran la cara con una abundante corrida. Que él mismo pagaría un extra por un video así.
-Jajaja, es que los tíos somos unos viciosos. Y ese tío tiene razón. Estarías preciosa con una buena polla en la boca. Con una buena corrida en tu cara.
-Y por eso pensé en la tuya - le dijo, mirándole fijamente.
-No sé, la verdad.
-No tienes marcas distintivas, nada especial que alguien pudiera reconocer. Si solo se ve tu polla en el video nadie sabría que eres tú. ¿Nunca te grabaste follando?
-Lo intenté con Nuria, pero siempre se negó.
-Podríamos probar. Al menos 1 vez. Y si la cosa sale bien…
-¿Lo que me propones, entonces, es que nos grabemos follando para subirlo a tu Onlyfans?
-Lo que te propongo es que me grabes haciéndote una mamada, que te corras en mi cara y subirlo a mi cuenta, sí.
-¡Joder!
-¿Eso es un sí?
No hay palabra para medir el tiempo que tardó Arturo, bueno, más bien la polla de Arturo, en convencer a su cerebro en contestar que sí.
-Bien. - dijo la chica - Sabía que no me ibas a defraudar.
-¿Sabes? Más de un pajote me hice imaginándome que me comías la polla.
-¿Sí? - respondió Susana, aumentando la cadencia de la paja. - Yo, desde que Nuria me contó que tenías esto - señalando con los ojos a la endurecida polla - también me he masturbado pensando en ti.
Mirándole a los ojos, despacito, se agachó y le dio un beso en la punta de la verga. Sacó la lengua y recogió el brillante líquido pre seminal que rezumaba.
-¿Tienes alguna pared que no sea blanca? - preguntó la mujer.
-Pues no. Toda la casa está de blanco. ¿Por?
-Para dar más contraste en el vídeo. Son cosas que se aprenden al dedicarse a publicar en Internet. O podríamos ir a mi casa, a la habitación en donde grabo mis videos.
-Uf, que va. No puedo aguantar 20 minutos - rezongó el chico.
La cabeza de Arturo se puso a trabajar. Repasó mentalmente toda su casa, buscando algún sitio que fuese adecuado.
-¿Una cortina verde valdría?
-Sí. Me vale. Vamos - dijo Susana, soltando la polla y levantándose
Arturo se levantó y se dirigió hacia el cuarto de invitados, que en realidad nunca había tenido ningún invitado y apenas lo usaba. Pero tenía una cama de matrimonio y, sobre todo, una pared entera cubierta con una cortina verde simple, sin elementos distintivos de ninguna clase.
-Ah, perfecto - dijo la chica cuando la vio.
-Y… ¿Cómo lo hacemos?
-Siempre suelo hacerme un esquema mental de lo que voy a grabar. Ya lo tengo todo pensado.
Susana sacó del bolso que había traído, al cual Arturo no le había prestado la más mínima atención, lo que parecía un trípode plegable y lo fue montando. Mientras lo hacía, le fue explicando lo que tenía pensado. La idea le pareció muy morbosa al chico.
Diestramente ella fue preparándolo todo. Puso el móvil sobre el trípode, lo colocó como quería, arrodillándose para que el encuadre fuese perfecto. Arturo lo observaba todo, con la polla dura como nunca, dando brinquitos, con la punta húmeda.
-Graba también tú - le dijo Susana - Así tendré otro ángulo. Montaré luego el video.
-Joder, vale. ¡Me voy a hacer actor de cine!
-Jajaja, más bien tu polla.
Susana se preparó, arrodillada y mirando hacia su móvil. Empezó a grabar. En la pantalla solo se veía la cortina de fondo y la imagen de Susana desde un poco más abajo de los hombros.
-Hola chicos - dijo, sonriendo - Muchos me habéis pedido que diera un paso más. Que estaría preciosa con una buena polla en la boca. Así que me he buscado una.
Susana miró hacia adelante, donde estaba Arturo fuera de cámara y le hizo una seña con el dedo para que se acercara. Entonces, lentamente, fue apareciendo por el lado izquierdo de la pantalla la larga y gruesa polla de Arturo. Se acercó hasta casi rozarle la nariz con la punta.
-¿Os parece esta una buena polla? A mí sí. Y además me han dicho que se corre como un toro. Aunque yo nunca he visto un toro correrse. Pero creo que esta polla me va a dejar llenita de lefa, como os gusta a vosotros, manada de guarros pajilleros.
Susana sacó su lengua y mirando a la cámara de su móvil la pasó a lo largo del tronco de la dura verga. Luego se la pasó por la cara. Arturo, sin dejar de mirarla, se maravilló de lo erótico del momento. Su enorme polla posada sobra la tierna carita de aquella chica que parecía tan modosita.
Y cuando se la metió en la boca, aunque solo era una cuarta parte de la verga, supo que Susana sabía chupar una polla como es debido. No pudo evitar gemir de placer.
-Grábame - dijo Susana sacándose un momento la polla de la boca.
Arturo cogió su propio móvil y empezó a grabar la soberbia mamada que Susana le estaba haciendo. Ella, arrodillada, con las manos en sus propios muslos, mirando a la cámara de Arturo, se metía y sacaba, lentamente, sin prisas, la polla de la boca. Cada vez un poco más, teniendo que abrirla al máximo.
No pudo meterse más allá de media polla. Lentamente se la sacó. Entonces, miró hacia la cámara de su móvil.
-Uf, no puedo tragarme más de media polla. Es sin duda la más grande que me he comido en mi vida.
Los siguientes minutos fueron de puro placer para el hombre. Gozó de la experimentada boca de Susana. Alternaba entre mirarla a ella directamente, mirarla a través de su móvil mientras la grababa y mirarla la pantalla del móvil de ella. Vio como le ensalivaba la polla, como se la pasaba por la cara, dejando rastros brillantes. Vio como le chupaba, uno a uno, los gruesos y repletos huevos. Vio como, sonriendo, lo pajeaba apuntando a su sonriente carita.
Susana iba cambiando su mirada entre los 2 teléfonos, pensando en cómo luego montaría las dos tomas. Él notó como su cuerpo le avisaba de que en pocos segundos se iba a correr.
-Uf… me tienes a punto - gruñó Arturo, notando los primeros espasmos próximos al orgasmo.
-Uy, chicos. Esta polla ya no puede más. Se va a correr de un momento a otro.
Susana se preparó. Se Sentó sobre sus talones quedando su cara más baja que la polla. La agarró con la mano derecha, que daba hacia la cortina y mirando, sonriente a su teléfono, empezó a pajear la barra de carne a escasos centímetros de su cara.
Tal y como lo habían hablado antes, Arturo puso su móvil en modo cámara lenta y se preparó para lo que iba a pasar. Le iba a llenar la cara de semen a la chica que le estaba haciendo una paja apuntándose a sí misma.
A cámara lenta llegó el placer. Arturo sintió como su cuerpo empezó a tensarse. Como cada músculo de su cuerpo se contrajo lentamente hasta que tras un estremecimiento, tras un espasmo, de su polla salió disparado el primer chorro de semen, caliente, espeso, poderoso. A través de la pantalla de su teléfono vio como su latigazo golpeó la linda carita que miraba sonriente hacia la otra cámara. Desde la frente, bajando por el puente de la nariz hasta sus labios y su barbilla. Hasta casi pudo oír el "flap" del semen golpeando contra la piel.
No tardó un segundo disparo en salir despedido de la polla, tras un segundo espasmo. Luego un tercero. Un cuarto, un quinto y un sexto, todos igual de intensos. Los siguientes fueron menguando en cantidad y distancia, pero todos y cada uno de ellos acertaron de pleno en su blanco. Luego comprobarían que habían sido 11 lefazos y un último más flojo que ella ordeño con su mano.
Durante unos pocos segundos ninguno de los 2 habló. Cada uno miraba hacia su propio teléfono, contemplando el resultado. La cara de Susana estaba marcada de chorros espesos, brillantes. No había zona que no hubiese recibido el semen de la polla que seguía palpitando frente a la cámara, aún agarrada por la chica. La frente, las mejillas, la nariz, los labios, la barbilla. Todo tenía marcas de la abundante corrida de Arturo. Y lo que más le gustó a él fue ver como sus gafas habían quedado de pringadas.
Susana fue la primera en hablar.
-Wow… ¡Joder! Jamás en mi vida había recibido una corrida así. Apenas puedo ver.
Se quitó las gafas y las enseñó a su cámara, sonriendo.
Lo que pasó a continuación no estaba en el guion. Arturo la sujetó por la cabeza y le metió la polla en la boca, empezando a follársela, pero sin brusquedad. Ella le miró a los ojos mientras él seguía grabando, recreándose en la morbosa visión de aquella mujer arrodillada, con la boca llena de polla y la cara cubierta de semen, exceptuando ahora la zona de los ojos, salvados de la refriega por las gafas.
Continuó follándole la boca, cada vez con más velocidad, pero siempre sin brusquedad, evitando en todo momento provocarle alguna arcada.
Susana notó que Arturo volvía a gemir, a entrecerrar los ojos. Su polla a palpitar en su boca. ¿Acaso sería capaz de volver a correrse otra vez? Aún sentía el calor de su reciente corrida, el olor intenso del semen que cubría su cara. Y parecía que ese chico iba a darle una segunda ración.
Sus dudas se despejaron apenas 2 minutos después. Tras un intenso espasmo, la gruesa polla de Arturo le lanzó contra el paladar un trallazo de leche tan espeso y abundante como los que le había echado en la cara. Otro espasmo y un segundo disparo le llenó la boca, obligándola a tragar. Los siguientes 5 se sumaron a los que ya decoraban su carita, tras sacarle él la polla de la boca y repartir su intenso orgasmo sobre ella, que cerrando los ojos, recibió sonriente la segunda y poderosa eyaculación del hombre.
Susana abrió los ojos cuando notó que la lluvia de semen había terminado. Le sonrió con dulzura cuando Arturo, con delicadeza, utilizó uno de sus dedos para limpiarle un poco se semen que había caído sobre uno de sus párpados.
Entonces Susana se dirigió hacia su teléfono
-Ummm, es la primera vez que una polla se corre dos veces seguidas en mi cara. Mirad como me ha dejado - dijo, moviendo su rostro para que se viera bien todo. - Bueno, hasta la próxima, chicos. Tengo que lavarme este estropicio.
Arturo vio como ella paraba la grabación. Él también paró la suya. Se acercó a Susana y le puso la polla en la boca.
-¿Aún quieres más? ¿Te correrías otra vez? - le preguntó antes de empezar a chupársela. La notó ya más floja.
-No creo. Al menos no en breve. Pero me gusta verte con mi polla en la boca.
Se la chupó un rato más, mirándole a los ojos, como sabía que le encantaba a los tíos. La polla fue perdiendo poco a poco fuerza.
-Te vas a manchar - le dijo él.
-¿Qué?
-La leche, empieza a escurrirse.
Susana le había comido la polla vestida. No esperaba que la corrida fuera tan enorme, y menos que fueran dos. Se miró y una gota había caído ya sobre su blusa.
-Será mejor que me lave, sí
Arturo la ayudó a levantarse. Se miraron a los ojos. Entonces él hizo algo que ningún otro hombre había hecho. A pesar de estar 'manchada' de él, y muy muy manchada, Arturo se agachó y la besó, abriendo la boca y buscando su lengua.
El beso se transformó en morreo. Sus pieles se rozaron, haciendo que parte del semen se esparciera por la cara de Arturo. Susana notó como, inevitablemente, algo de ese semen llegó a sus labios, a sus lenguas, a sus bocas. Y él siguió besándola. La apretó contra él y llevó sus manos a su duro y respingón culito.
-Susana…
-Dime
-Te voy a follar.
-¡Joder, si! Estoy empapada desde que llegué. Desde antes. ¡Fóllame!
Le subió el vestido para poder meter sus manos por debajo y magrearle el culo. Le encantó su suavidad, su calor, su dureza. Ella usaba un tanga así que parecía que no llevaba nada. Susana notó contra su barriga como la polla empezaba a endurecerse otra vez.
Se estremeció cuando Arturo le pasó los dedos por la hendidura de su culito hasta llegar a su coño, aún sobre la ínfima tela.
-¡Sí que estás empapada! - exclamó el chico apartando la tela y pasando los dedos por los babositos labios de su vulva.
Con intensidad, pero sin violencia, Arturo le dio la vuelta a Susana, girándola sobre sí misma y le aplastó la ya dura polla contra la espalda, ya que el ser más alto que ella quedaba por encima de sus nalgas. Llevó sus manos a sus tetas y las acarició con gula. No eran enormes, pero si duras y apetecibles. Lamió y besó su cuello, sin dejar de acariciarla.
-¡Fóllame ya! - imploró la mujer.
La fue empujando hasta que sus rodillas chocaron contra el borde de la cama. Ella se subió el colchón, arrodillándose y quedando luego a 4 patas sobre la cama, justo al borde. Arturo solo tuvo que apartarle la tela que cubría la entrada de su cálida cueva, acercar su gruesa polla y metérsela.
Lo hizo despacito, pero de un tirón. Notó como las paredes de su vagina, a pesar de estar muy lubricadas, apretaban su gruesa polla a medida que ésta se clavaba. Se dio cuenta de que hacía tope justo cuando sus cuerpos chocaron.
Notó como ella se tensaba. Vio sus manos aferrarse a la colcha de la cama y como su cuerpo vibraba. Aquella mujer se estaba corriendo con intensidad, apretando los dientes para no gritar. Arturo simplemente se quedó quieto y gozó del orgasmo de la mujer.
Segundos después, Susana se relajó.
-¡Joder, Arturo! ¡Cómo me llena tu polla!
-Uf, sí, siento como aprietas mi polla… Tienes el coñito estrechito. Me encanta como me la estrujas.
-¿Apretadito? jajaja, si casi me revientas con tu pollón.
-¡Xágerada! Ahora sí que te voy a reventar.
La agarró por las caderas y empezó a follársela. Le sacó la polla hasta la mitad, viendo como salía húmeda, solo para volver a clavársela hasta el fondo. Aumentó la cadencia y Susana aumentó sus gemidos.
El coño se fue distendiendo, haciendo que la verga entrara cada vez con más facilidad aunque la sensación de llenado no aminoró. Tampoco los gemidos de la mujer, que meneaba las caderas alrededor del barreno que la perforaba.
Susana no tardó en volver a correrse, quedarse sin fuerzas y caer sobre la cama, haciendo que la polla se quedase saltando en el aire tras un "plop" al ser expulsada del coño.
Arturo se quedó unos momentos mirando como Susana, tumbada boca abajo en la cama, jadeaba. Se agarró la polla y empezó a masturbarse.
-Dicen que no hay dos sin tres - dijo.
-¿Ummmm? - gimió Susana, aún en una nube.
-Que te voy a dar una tercera ración de vitaminas.
Ella sonrió y se dio la vuelta, quedándose boca arriba sobre la cama.
-Toda tuya.
Arturo se subió a la cama, arrodillándose al lado de ella. Acercó su polla a su manchada carita y empezó a hacerse una paja.
-¿Aún te queda leche en esos huevotes?
-Algo va a salir. ¿Lo grabo?
-Vale.
-Esta vez toda la corrida en la boca. Y te la tragas.
-¡Eres un vicioso!
Fueron 5 minutos de lenta paja y de miradas. Se notaba la 'profesionalidad' de Susana, ya que la mayoría del tiempo miraba hacia la cámara del móvil en lugar de a los ojos de Arturo. Él, a pesar de tenerla delante, la miraba solo a través de la pantalla.
La tercera corrida del chico no fue tan abundante como las 2 primeras, pero, acercando la polla a la boca, depositó 4 buenos chorros dentro de la boca. Exprimió una última gotita de su polla y la dejó sobre la cara de Susana.
Ella, mirando siempre a la cámara, jugó con la corrida con su lengua antes de cerrar la boca y tragar. Luego, abrió la boca para mostrarla vacía. Seguidamente, paró la grabación. Arturo se tumbó a su lado. Ambos mirando al techo.
-Ha estado bien, ¿No? - preguntó él.
-Uf, mejor de lo que esperaba. Mándame los videos que sacaste con tu móvil.
Arturo se los mandó.
-¿Cuándo lo vas a publicar?
-Pues esta noche. Lo editaré en casa. ¿Te lo mando?
-Claro. Pero seguro que me pone cachondo y terminaré haciéndome una paja.
-Jajaja, para eso son. Para que lo tíos viciosos lo vean, se hagan pajas mirándome y de paso, me paguen un buen dinerito.
-¿Tanto se gana con eso?
-Bueno, llevo poco tiempo y no tengo aún tantos seguidores. Pero estoy entre 300 y 400 euros al mes, más o menos. Unos 30 y pico subscritores, de media. Espero que con este video suban mis seguidores pajilleros! jajaja.
-Si es así habría que compartir ganancias, ¿No?
Susana lo miró. Él la miró también, con cara seria. Pero le duró apenas dos segundos antes de romper a reír.
-Jajaja, ¡Qué carita has puesto, Susanita! Es broma. No quiero tu dinero.
-Bueno, sería lo justo. Parte de ti sale en el video.
-No, en serio. No quiero tu dinero - le dijo, mirándola a los ojos.
-¿Y qué quieres?
-Follarte cuando quiera. Llenarte la boca, el coño… y ese culito tan lindo que tienes.
-Uf…
El coño de Susana se empezó a mojar otra vez.
-Si lo del video de hoy va bien… ¿Harías más grabaciones? - preguntó ella.
-Todas las que quieras.
Acercaron sus bocas y se basaron con pasión, acariciando sus cuerpos. Pero Arturo quería verla, así que arrodillándose en la cama la desnudó antes de quitarse sus pantalones.
-¡Joder Susana! ¡Pero que buena estás!
Ella vio como la polla se estaba poniendo otra vez dura. Como se levantaba poco a poco. Abrió sus piernas y le mostro su sonrosado coñito, abierto por el deseo.
-No me queda leche en los huevos. No creo que me pueda volver a correr. Pero te voy a follar como te mereces.
-¿Y cómo me merezco ser follada, Arturo?
-Así - dijo el chico, poniéndose entre sus piernas abiertas y clavándole le polla de una estocada hasta hacer tope con el fondo de aquel estrecho coño.
Se la folló durante 10 minutos con ganas, con fuerza. Besando su boca. Lamiendo sus pezones. Mordiéndolos. Y sintiendo como ella gemía, como se corría bajo él, arqueando la espalda y ofreciendo su cuello para ser lamido y mordido.
Tras el tercer y más intenso orgasmo, Arturo paró y se volvió a tumbar al lado de Susana. Ella, sin abrir los ojos, se giró hacia él y se abrazó a su cuerpo.
-Casi me matas - le susurró con dulzura.
Arturo se limitó a abrazarla y sentir el calor de su suave piel contra la suya.
Media hora después, tras una breve ducha, Susana se despidió de él.
Tres horas más tarde Arturo recibió el video. 5 minutos después Arturo se corrió mirando como en la pantalla de su teléfono Susana mostraba la boca vacía tras tragarse su corrida.
Es noche, tras subir el video a su cuenta, 30 de sus suscriptores tardaron menos que Arturo en correrse mirándola.
Sobre las 7 de la mañana del día siguiente una llamada despertó a Arturo de un profundo sueño. Con la vista aún nublada vio que era Susana. Cogió el móvil, se tumbó otra vez en la cama y sin abrir los ojos respondió.
-¿Digamelón?
Susana empezó a hablar tan rápido y tan atropelladamente que la mente somnolienta de Arturo no la entendía.
-Espera, espera… habla más despacio que aún sigo espesito. Me acabas de despertar.
-Jajaja, gandul. Yo llevo horas despierta. Te decía que el video ha sido todo un éxito. Desde que está online he tenido 40 subscritores nuevos. No dejan enviarme comentarios y pidiendo más videos como ese. Les encanta tu polla.
-¿Mi polla? ¿Tienes suscriptores gays también?
-No tonto. A los tíos les pone ver a chicas follando con tíos con buenas pollas y sobre todo que se corran como burros. Como tú.
-Ahora soy un burro.
-Sí. Mi burrito sabanero. ¿Vas camino de Belén?
Ambos rieron. Arturo se empezó a acariciar la polla, dura desde antes de que sonara el teléfono y lo despertara.
-Eso significa, entonces - dijo Arturo - que podré seguir follándote.
-Sí. Y que podré seguir comiéndote ese pollón. Que podrás seguir llenándome la carita con esas corridas que sueltas. Llenándome el coñito de polla.
-¿Y comiéndotelo?
-Ummm, también.
-Y… ¿Follando tu culito?
-Uf… solo me lo han follado una vez y la polla ni se parecía a la tuya.
-Piensa en tus suscriptores, Susanita.
Arturo la oyó gemir.
-¿Te estás tocando? - le preguntó
-Sí. Estoy muy cachonda.
-Y yo.
-Pues ni se te ocurra correrte, cabrito. Esa leche me la tienes que dar a mí.
-Grabándolo, claro.
-Claro.
-¿Cuándo?
-¿A qué hora sales de trabajar?
-A las 2
-Pues si quieres vente directo a mi casa.
-Dalo por hecho.
Le dio la dirección y se despidieron.
Arturo aún tenía tiempo antes de tener que irse a trabajar, así que cogió su teléfono y fue al salón. Allí conectó su teléfono a la televisión de 75 pulgadas y se pajeó viendo otra vez el video. Pero tal y como Susana le había pedido, no se corrió.
Durante toda la mañana se estuvieron intercambiando mensajes. Arturo incluso le mandó una fotopolla desde el baño. Ella le dio algunas ideas de lo que grabarían después.
-Umm, sí, esas ideas no están mal - le respondió él - Pero….
-¿Pero qué?
-Que eres mujer y tus "clientes" son tíos.
-Ya. ¿Y?
-Pues que los tíos tenemos unos gustos más directos. Nos va un porno más…
-Sí, ya. Más sucio. Más humillante para la mujer.
-Bueno, a algunos sí. Pero no me refería a eso.
-¿Entonces?
-Somos más visuales. Nos gusta ver. Por ejemplo, la mamada que me hiciste ayer fue perfecta. Como me mirabas, bueno, a la cámara jajaja.
-Tuve un buen maestro. Además, es que me pone mucho.
-¿Comer pollas?
-Sí.
-Susana… ¡Cásate conmigo!
-Jajaja.
Justo a las 14:00, tras fichar, Arturo salió disparado con el rabo entre las piernas. Con el rabo duro, se entiende. Cogió un taxi y se dirigió a la casa de Susana. No pudo evitar sobarse la verga durante el trayecto, disimulando y mirando por la ventana.
Cuando llegó y pulsó el telefonillo, la puerta del portal se abrió sin que Susana preguntara quién era. Sabía que era él. Lo esperó con la puerta abierta.
El coño lo tenía empapado ya. Sintió un estremecimiento cuando el ascensor se abrió y él salió de la cabina. Se miraron a los ojos mientras Arturo se acercaba. Abrió más la puerta, él entró, luego cerró y se comieron la boca sin haber hablado, pegando sus cuerpos. Ella llevó una mano hasta la polla y la acarició sobre el vaquero que él llevaba.
-Ummm, ya la tienes dura.
-¿Ya? Pero si llevo toda la mañana con el rabo tieso.
Mirándole a los ojos, le bajó la bragueta e intentó sacarle la polla, metiendo su delicada manita, pero no pudo. Arturo, con ansias, se abrió el cinturón y se soltó el botón.
Despacito, sin prisas, se fue arrodillando y le bajó los pantalones. Ante ella apareció el enorme bulto que formaba la polla del chico, apenas tapada por unos calzoncillos rojos tipo bóxer que no tardó en bajar también, haciendo que la gruesa verga saltara como un resorte.
-¡Cómo me gusta tu polla, Arturo! Es fotogénica.
-A ver si es verdad - dijo él, agarrándola con suavidad por la cabeza y acercándola a su polla
Susana abrió la boca y media polla desapareció dentro. Se miraron a los ojos antes de que Arturo le sacara una foto. Miró el resultado.
-Pues tu boquita le viene perfecta a mi polla - exclamó, ensenándole la foto.
Se la mamó despacito, disfrutando de sentir la boca llena. Pero al minuto se levantó.
-Vamos al estudio de grabación - dijo la mujer
-¿Tienes estudio y todo?
-Bueno, es la habitación donde hago las grabaciones. Hay un par de focos para dar luz, trípodes y esas cosas.
-Jeje, todo muy profesional.
-Jajaja, que va. Todo muy casero. No tengo dinero para más. Al menos por ahora.
Ella caminó delante, seguido por un Arturo que no separó los ojos del precioso culito de la muchacha.
Una vez en la habitación estudio, Susana le dijo la idea que tenía para hacer la grabación. Era una petición que algunos de sus suscriptores le habían pedido.
-Sí, tiene su morbo - le dijo Arturo - pero yo tengo otra idea que creo que tendrá más éxito.
Se la contó y Susana accedió a grabar lo que Arturo le propuso. Puso un trípode a un lado de la cama. Arturo se puso en la postura que habían decidido y ella hizo el encuadre, comenzando a grabar. Él, por su parte, se quitó los pantalones y los calzoncillos y se sentó al borde de la cama, recostándose ligeramente. Susana le había dado una cámara para que él también grabara.
Lo que grabó fue justo lo que él deseaba. Fuera de plano vio como ella se desnudaba. Su cuerpo menudo pero muy bien proporcionado solo hizo que su polla se pusiera aún más dura.
Tal y como él le sugirió, Susana apareció en plano gateando sensualmente, acercándose a él hasta ponerse entre sus piernas, sonriendo y mirando hacia la cámara. En la pantalla era como si le mirase a él. Como si mirase a los futuros espectadores. Y con las gafas puestas, como Arturo le pidió.
Y entonces comenzó el placer. Sin tocarle la polla con las manos, solo usando la boca, empezó a lamer el tronco de la gruesa barra de carne. Se la pasó por la cara, sensualmente
-Ummm … ¡Vaya pollón me voy a comer otra vez, chicos! - dijo sensualmente - ¡Si es más grande que mi carita!. Ya vieron ayer como cuanta lefa tienen estos huevazos. Vamos a sacarla otra vez.
Abrió la boca y lentamente, muy lentamente, siempre manteniendo el contacto visual, empezó a meterse la polla en la boca. Con la lengua acariciaba el glande y luego el tronco. Casi llegó a tragarse media polla, pero no pudo más.
Fueron más de cinco minutos de exasperadamente lenta mamada, solo usando la boca, siempre mirando, aunque de vez en cuando miraba hacia la cámara lateral para dar otro encuadre. A veces se sacaba la polla ensalivada de la boca para pasársela por la carita. Otras, con la polla descansando sobre su rostro, bajaba a besar y lamer los hinchados huevos de Arturo, el cual disfrutaba cada segundo de aquel sensual espectáculo que ella le ofrecía.
El placer era tal que el hombre no podía evitar gemir y entrecerrar los ojos, aunque luchaba por dejarlos abiertos y no perderse detalle.
Los gemidos de placer iban aumentando. Tanto por parte de Arturo como de Susana, que se masturbaba mientras le comía la polla. Su coño empapado de jugos mojaba sus dedos y la cara interna de sus muslos.
En dos ocasiones paró de tocarse cuando notó que estaba a punto de correrse. No quería que el orgasmo, que sabía que sería intenso, le impidiese seguir con la mamada. Le encantaba hacer mamadas. Y le encantaba mamársela a Arturo. Era la mejor polla que había probado.
El que no quiso contenerse fue Arturo. Cuando notó que su orgasmo se empezaba a formar, que su cuerpo lentamente se contraía, que los dedos de sus pies comenzaban a agarrotarse, le hizo la señal convenida a Susana.
-Ummm, preparaos chicos. Que esta pollita está a punto de correrse - dijo sonriendo a la cámara sacándose la polla de la boca.
Se la volvió a meter y mamó con más fuerza, haciendo que el orgasmo se precipitara. Arturo le hizo la segunda señal pocos segundos antes del inminente primer latigazo de semen. Susana abrió la boca, dejando la lengua debajo del grueso capullo.
Sintió en la lengua como la polla tenía un espasmo, seguido de un potente chorro de espeso y cálido semen que le golpeó en el paladar y fue recogido por la cámara que sostenía Arturo entre sus manos. Él le había dicho que tenía que verse claramente ese primer chorro de semen para demostrarle al espectador que la corrida era real, no un fake como en muchos videos que había por Internet.
Antes del segundo espasmo Susana se volvió a meter la polla en la boca. Y cuando el segundo chorro se sumó al primero, gimió, mirando fijamente a la cámara.
-Ummmmmm
Tercer chorro…
-Ummmmmm.
Cuarto chorro. Imposible contener aquella enorme corrida en la boca, que aún no había acabado. Susana relajó un poco los labios permitiendo que el espeso semen comenzara a desbordarse a lo largo del tronco de pulsante barra de carne que tenía en la boca. Y siguió gimiendo tras cada andanada.
"Ummmm" con el quinto. Más semen saliendo de su boca, cayendo por la polla hasta el pubis de Arturo. "Ummmm" tras el sexto. Y tras el séptimo. El octavo ya lo notó menos fuerte, pero aún así continuó gimiendo hasta el doceavo y ya casi inexistente lefazo.
Cuando notó que aunque la polla seguía con espasmos ya no salía más semen, abrió lentamente la boca dejando que todo lo que aún contenía su boca, mezcla de saliva y semen, callera a lo largo de la verga, sumándose al que ya formaba un charco en el pubis de Arturo.
Durante los siguientes 2 minutos, lentamente, con lamidas, besos cariñosos y a sorbitos, Susana dejó la polla sin rastros de semen. Polla que seguía dura, sin dar señales de haberse corrido.
Entonces llegó su turno. Se metió la polla en la boca, se frotó el coño con los dedos y estalló en un fortísimo orgasmo que dejó maravillado a Arturo. Cuando ella se sacó su polla de la boca, paró la grabación.
-Wow, Susana. Ha sido… perfecto.
-Tus corridas no dejan de sorprenderme. ¿De dónde sacas tanta leche?
-jajaja, no sé. Siempre ha sido así.
La segunda cámara, la lateral, seguía grabando. Aunque nadie la miraba, en la pantalla se vio como Susana se levantaba, se subía sobre Arturo hasta sentarse sobre él, le agarraba la polla y se dejaba caer, clavándosela lentamente en su recién corrido coñito.
-Aggg, dios.. ¡Cómo me llenas!
Arturo la abrazó y la besó, comiéndole la boca que aún sabía a su semen.
-No te corras… -le dijo ella - subiendo y bajando, empalándose con su verga maravillosa.
-Uf, con lo apretadito que tienes el coño, no sé si podré aguantar sin llenártelo.
-Ya me lo llenarás más tarde, en el segundo.. aggggg dios… video - exclamó Susana a punto de correrse otra vez.
La chica se corrió no una, sino dos veces, cuando Arturo Agarrándola bien, la levantó en peso, se giró y la tiró sobre la cama, quedando él sobre ella. Todo eso sin que la polla se saliera del coño. Y así se la folló con fuerza, mordiéndole los pezones, comiéndole la boca, clavándole la polla a fondo y arrancándole 2 intensos orgasmos antes de sacarle la palpitante polla cuando notó que si seguía se correría sin remedio si no paraba en seco.
La miró. Ella, con los ojos cerrados, la frente perlada de sudor, jadeando de placer, con una leve sonrisa en los labios.
-Me vas a matar de placer - dijo ella.
-De eso no se muere. Al menos las mujeres, que yo sepa… jajaja
La volvió a besar, ahora con más calma. Ella respondió al suave pero intenso beso.
-Tenfo jamb..bre - farfulló la mujer entre beso y beso.
-¿Qué?
-Que tengo hambre - repitió.
-¿Hambre de polla?
-Jajaja. Sí. Pero también de la otra.
-Y yo.
-¿Preparamos algo?
-Vale.
Ambos se dirigieron a la cocina, divertidos. Susana sacó de la nevera una ensalada que tenía preparada y embutidos para que Arturo fuera preparando unos sándwiches. Le dijo donde estaba el pan.
Mientras los preparaba y ella aliñaba la ensalada, él no dejaba de mirarla. Seguía desnuda, hermosa, sexy. La polla se le volvió a poner dura y en su mente se sucedían morbosas escenas.
Ella también le miraba. Y se relamió mirándole a los ojos cuando vio como se le había puesto la polla.
-Jajaja, parece que tu amiguito también tiene hambre - le dijo.
-Hambre de ti.
Arturo se dio cuenta, mientras untaba de mayonesa el pan de molde sobre el pollete de la cocina, que la polla quedaba como a a 6 o 7 centímetros por encima. Una bombillita se le encendió en la cabecita y su polla tuvo un espasmo.
Ya tenía el siguiente video en mente. Y no era el que habían acordado. Pero sabía que sería un gran video.
Cuando ella pasó a su lado no pudo evitar darle una cariñosa nalgada a aquel duro culito.
-¡Ey! - protestó Susana, en broma.
-¿Ey qué?
-No trates así a mi culito.
-Pues si supieras las cosas que tengo pensadas hacerle a tu culito.
Ella se estremeció de pies a cabeza, recorrida por una mezcla de miedo y de deseo.
-Ya veremos, ya veremos - respondió, sonriendo.
Se sentaron en la mesa de la cocina a comer. Dieron cuenta de la ensalada y un par de sándwiches de jamón y queso cada uno.
Cuando terminaron, Susana, mirándole fijamente a los ojos, le dijo:
-Y ahora… el postre
-¿Qué tienes?
-Tengo flan, creo. Pero quiero… polla.
-Ah, de eso tengo - Respondió Arturo, levantándose y mostrándole como tenía la polla.
-Ummmm, de eso vas sobrado.
Se acercó a Susana y le puso la polla al alcance de la boca. Ella aceptó el ofrecimiento y se la chupó despacito, con mimo, disfrutando de la sensación que le producía el contraste de la dura pero sueva polla en su boca.
Arturo la dejó comérsela un rato. Luego le sacó la verga de la boca.
Necesito que traigas 2 trípodes. Vamos a grabar otra cosa. Con 2 cámaras. Aquí, en la cocina.
-Vaya, al final vas a resultar un buen director - dijo Susana levantándose para ir a buscarlos.
Mientras ella volvía, Arturo buscó el sitio adecuado, calculando en donde debería poner las cámaras. Al volver ella la hizo sentarse sobre el pollete y abrir las piernas, exponiendo su estrecho coñito, sonrosado e hinchado por el deseo.
Desde allí Susana observó como Arturo colocaba ambos trípodes, ponía las cámaras y comprobaba que los encuadres fueran los correctos. No dejó de mirar como todo lo hacía con esa preciosa y dura polla dando saltos. Polla que sabía que en breve se la iba a meter hasta el fondo.
-¿Sabes? - le preguntó ella.
-¿Qué?
- Pues.. que aún no me has comido el coño.
-Uy, cierto. Con lo lamerón que soy yo.
-Pues venga… a lamer.
Ella, sentada al borde del frío pollete de la cocina, con las piernas abiertas, disfrutó de una lenta y placentera comida de coño. Arturo no solo tenía una buena polla. No solo follaba bien. También era un estupendo come coños que no tardó ni dos minutos en hacerla correr con su maravilla lengua. Lamía, sorbía, acariciaba, y hasta la follaba con esa serpenteante lengua que la hizo gemir y correrse con intensidad, llenándole la cara de flujo.
-¡ Umm qué rico sabe tu coñito, Susana!. Te lo estaría comiendo toda la tarde.
-¿Me quieres matar?
-No es esa mi intención - le respondió con la cara brillante, cara de pillo.
-¿Y cuál es tu intención?
-Follarte.
-Pues venga. Fóllame.
Arturo se levantó y puso ambos teléfonos a grabar.
-Dile a tus pajilleros lo que va a pasar.
Susana se estremeció con anticipación.
-Chicos… ahora me van a follar bien follada. Me van a clavar una buena polla y lo vais a ver todo bien. Agarraos esas duras pollas y correos a gusto, cabrones. Yo lo voy a hacer.
Arturo sabía que ella estaba bien lubricada. Se acababa de correr y su coño estaba brillante, abierto, sonrosado. Se levantó y se acercó a ella, que lo esperaba con piernas abiertas. Se colocó de tal manera que la cámara que enfocaba directamente al coño de Susana captara como su polla, de una sola y lenta estocada, se clavaba entera en la apretada y jugosa vagina.
-¡ Agggg, Dios…! - exclamó la mujer al sentirse ensartada y llena de polla.
Arturo comenzó a follarla despacio, recreándose en como su verga entraba y salía del coño. Se veía perfectamente como salía brillante por la lubricación de la chica, que no paraba de gemir de placer.
Se miraban a los ojos. Arturo habría deseado besarla, pero entonces saldría su cara en el vídeo y no quería eso, por lo que mantenía la distancia sabiendo hasta donde llegaba el plano del teléfono que grababa la escena con un plano más amplio.
De vez en cuando le sacaba la polla y la pasaba a lo largo de la raja, le daba golpecitos con ella y se la volvía a clavar, aumentando poco a poco la cadencia y aumentando en proporción el placer de los dos.
Con una de sus manos le acariciaba las tetas. Le pellizcaba suavemente los pezones. Sus ojos iban de los de ella hacia su coño. Le excitaba en demasía ver como su polla entraba y salía de aquel coñito que no paraba de mojarlo, tan apretadito, tan calentito y suave.
-¡Joder.. me voy a correr..! Que me corro… uf… me…
Susana estalló. Su cuerpo se tensó, sus dedos se agarrotaron, apretó la mandíbula y estalló. Arturo sintió, y la cámara grabó, los espasmos que contraían y distendían la vagina alrededor de su polla, que no dejó de martillearla durante todo el largo e intenso orgasmo.
Le sacó la polla despacito y le separó los labios vaginales para ver como Susana seguía corriéndose, como su distendida vagina se abría y cerraba con cada latigazo de placer. Un chorrito de flujo salió de aquel precioso coño y Arturo no se pudo resistir.
-Esto luego lo cortas - dijo él arrodillándose y metiendo la boca entre las piernas de Susana para lamerla de arriba a abajo, una y otra vez.
Susana, al sentir la sabia lengua, al sentir como él se bebía su orgasmo, volvió a sentir nuevas contracciones. No supo si fue que su orgasmo se hizo más largo o si volvió a tener otro. Solo gozó del intenso placer que sentía.
-Me encanta el sabor de tu coñito, Susana - le dijo, separando la boca y mirándola. Ella, con los ojos entrecerrados y jadeando, vio como todo alrededor de la boca de Arturo brillaba, mojado de ella.
-¡Sigamos! - exclamó el hombre, volviendo a levantarse y retomando la intensa follada.
Durante los siguientes minutos ambos gozaron el uno del otro. Casi olvidaron que estaban grabándose y se miraban con deseo, con pasión. Susana tuvo otro orgasmo que hizo que su espalda se arqueara mientras Arturo no dejó de follarla.
-Me vas a matar.. cabrito…
-Ahora me toca a mí - dijo Arturo notando como le llegaba el momento sin retorno.
Disminuyó el ritmo de la follada. Se la metía a fondo y la sacaba hasta la mitad. Notaba como su cuerpo se empezaba a tensar, como el placer lo recorría por entero y se concentraba en su polla. Un gemido se escapó de su garganta cuando el primer espasmo de un intenso orgasmo lo atravesó.
En ese momento, justo antes de que el primer chorro de semen explotase, salió del coño para que todos vieran como su polla palpitaba y lanzaba un latigazo de semen que llegó hasta el pecho derecho de Susana. Antes del segundo disparo, Arturo volvió a meterle la polla en el coño y continuó corriéndose dentro de ella.
La cámara captó todos y cada uno de los espasmos de la polla. Cada contracción. Susana también los sintió. Y cada espasmo era seguido de calor… de un chorro hirviente de semen que la inundaba por dentro. Arturo gemía y apenas movía la dura y pulsante barra dentro y fuera.
Después de 12 claros espasmos, lentamente, sin prisas, Arturo sacó la polla del coño. Aún dura. Aún palpitando. Pero ya sin que saliera más semen.
De donde sí empezó a salir, espeso, abundante, fue de la abierta vagina de la chica. Arturo se quedó mirando como salía la enorme corrida que había depositado en aquel acogedor coñito. Vio como la mezcla de semen y jugos vaginales escurría hacia abajo, goteando sobre el pollete de la cocina. Le pasó la punta de la polla sobre el inflamado clítoris para luego volver a meterle la polla hasta el fondo y dejarla allí.
Se acercó a su boca y la besó.
-¡Vaya polvazo, Arturo! ¡Nunca me habían llenado así!
-Pues no va a ser la última vez que te llene el coñito con una buena corrida. Es tan apretadito. Me encanta
-jajaja, pues como me sigas follando con tu pollita va a dejar de ser tan apretadito.
Los teléfonos siguieron grabando como Arturo y Susana se besaban, se acariciaban. No grabaron como luego se fueron juntos a darse una ducha y siguieron besándose. Tampoco grabaron la mamada que, arrodillada, Susana le regaló a Arturo mientras el agua, como una fina lluvia, caía sobre sus cuerpos. Ni grabaron el sonido que hizo ella al tragarse toda la leche que Arturo le dio en la boca.
Después de que Arturo se fuera, Susana se fue a donde tenía el ordenador y empezó a montar los vídeos. Primero, la mamada inicial. Mezcló las tomas de ambas cámaras e hizo un montaje que la dejó bastante satisfecha. A sus seguidores le iba a encantar. A ella misma la puso muy cachonda. Incluso puso en cámara lenta la parte en que la polla se corría con un poderoso latigazo de semen dentro de su boca.
Se acarició el mojado coñito mirando el video en el monitor de su ordenador.
Luego empezó a montar el segundo video. Y ese le gustó aún más. Sobre todo las partes en las que él la follaba mientras la besaba, aunque justo esas partes tenía que cortarlas del video final. Pero las dejaría para ella, así que decidió hacer 2 videos. Uno para publicar, sin la cara de Arturo, y uno para ella, completo.
Por la noche, después de subir a su red el primer vídeo, el censurado, el segundo se lo mandó por whatsapp a Arturo, que en cuanto lo vio se sacó la polla y empezó a tocarse, pero paró en seco cuando se vio en la pantalla. La llamó, alarmado.
-¡Oye!. ¿No irás a publicar ese video, no?
-Pues…uf… ya lo publiqué. Está siendo un exitazo.
-¡Coño! ¡Qué se me ve!
-Sí, se te ve. Tan guapo, tan macho, follándome bien follada.
-Bórralo, joder. No es eso en lo que habíamos quedado - exclamó con enfado
-jajaja, tranquilo, hombre. Que no es ese el video que subí a mi Only. El de Only está censurado. No se te ve la cara nunca. El que te mandé es solo nuestro.
-Ah, vale - respiró aliviado Arturo - ¡Vaya susto! jajaja. Cabrona
-¿Te gusta?
-¿El vídeo?
-Sí.
- Me encanta. Me puso la polla dura.
-Ummmm ¿Te estás tocando?
-Sí
-Yo también. Me pones mucho, Arturo. Tu polla me tiene loquita.
-¿Sólo mi polla? Vaya, me siento como un hombre objeto - bromeó el chico.
-Bueno, y tu lengua de lamerón. Y.. tu boca besucona.
-Ah, vale… Soy más que una polla, parece
-Jajajaja sí. Oye.. una cosa
-Dime.
-Deja de tocarte - dijo Susana mientras se metía dos dedos en el coño - Ni se te ocurra correrte más hoy, que mañana hay más vídeos que grabar.
Él la oyó jadear al otro lado del teléfono.
-Si tú te sigues tocando -dijo él - yo también seguiré.
-Pero no te corras.
-¿Tú te correrás?
-No creo que tarde mucho.
-Entonces yo también me correré, Susana.
-Umm, no seas malo.
-Sácate la mano del coño.
-Bueno, vaaaale - mintió ella.
-Yo también me la suelto .- mintió él.
Cuando ambos callaron y ambos, a la vez, gimieron, se echaron a reír.
-Mentirosa.
-Mentiroso.
Y volvieron a reír y a gemir.
-¿Sabes qué me gustaría? - preguntó Arturo.
-¿Qué?
-Ir a tu casa ahora, que me esperaras arrodillada, correrme en tu cara y que no te lavaras hasta mañana.
-Uf… umm sería tan morboso.
-Siempre quise hacer algo así, pero no encontré a la chica adecuada.
-¿Y yo lo soy?
-No hay más que mirar los vídeos para saber que lo eres.
-Pues… ven a correrte en mi cara.
-Ya estoy saliendo.
El tiempo que tardó Arturo en llegar a la casa de Susana en su coche estuvo todo el tiempo hablando con ella por manos libres, tocándose la polla por encima del pantalón. A eso él solía llamarlo ir calentado la leche. Ella siguió masturbándose y Arturo distinguió dos intensos orgasmos de la mujer antes de coger el ascensor.
En el vídeo que más tarde subió Susana a su Only fans salía ella en lo que parecía un pasillo, arrodillada delante de un puerta. La puerta principal de su casa. Usando una de sus manos, no un trípode, sostenía el teléfono con el que estaba grabando la escena. Y le hablaba a sus suscriptores.
-Bueno, chicos. Esta noche, antes de dormir, me van a poner un buena mascarilla hidratante a base de leche. Por supuesto, viciosos míos, sabéis a qué leche me refiero. A leche de macho. A lefa calentita y espesa. Y me han pedido que no me lave, por lo que luego me iré a la camita con la corrida en la cara
Ella había dejado la puerta sin cerrar del todo para que Arturo pudiese entrar directamente sin que ella le abriera ni él tuviese que tocar el timbre.
-Ya lo oigo. Acaba de llegar mi lechero particular.
En ese momento, el plano del vídeo cambiaba y era la toma que hizo Arturo con su propio teléfono y que luego el envió a Susana. Su mano abría la puerta de la casa de Susana. Primero se cercioró de que no había ningún vecino a la vista ya que sabía que ella estaría arrodillada tras la puerta.
Tras abrirla apareció ella, sonriendo, sosteniendo su teléfono. Mirando a su cámara, dijo :
-Ya está aquí mi donante.
En el video se veía como la persona que grababa entraba en la casa, enfocando a la sexy y sonriente mujer. Se oyó el sonido de la puerta la cerrarse. Se vio como se acercaba a la mujer, enfocándola hacia abajo.
En ese momento, cambió el plano. Se veía una bragueta y un enorme bulto.
-Mirad como tiene la polla - dijo Susana fuera de plano. Su mano libre bajó la bragueta y se introdujo dentro.
Se vio claramente como la mano forcejeaba, tratando de sacar la dura polla, pero no pudo. Unas manos masculinas lo hicieron por ella, liberando la gruesa verga que quedó en primer plano. También se sacó los dos cargados huevos.
Nuevo cambio de plano. Ahora ella vista desde arriba, con la polla apuntando hacia su cara, mirando hacia la cámara que sostenía el hombre. Sin dejar de sonreír, la chica agarró la polla. Su delicada mano apenas podía abarcar la circunferencia de la dura barra de carne.
-Umm, que dura y caliente la tiene -dijo ella, comenzando una lenta paja con los ojos fijos en la cámara.
-Ya habéis visto como se corre esta polla - añadió - Así que ya podéis imaginar lo linda que me va a dejar.
Ella solo dejó de pajear la polla para pasársela por la cara. Así sus espectadores verían que aquel pollón le cruzaba toda la cara. Luego siguió con la paja, aumentando la cadencia, la intensidad
-Umm, ya le empieza a babear la polla. Eso es que le está gustando como la trato. ¿Te gusta verdad, pollita linda?.
En el vídeo no se vio, pero Arturo asintió, sin despegar los ojos de la pantalla en donde veía la morbosa paja que Susana le estaba haciendo y lo estaba llevando inexorablemente a un arrollador orgasmo.
No hizo falta que la avisara. Susana lo notó en como la polla empezó a palpitar en su mano, en como Arturo apretó los dientes y dio un paso hacia ella, acercando más su verga a su carita. Ella se agachó un poco más, levantado la cara, ofreciéndola como diana.
Entonces el video se ponía en cámara lenta. Un potente disparo de semen salió disparado de la polla y se estrelló en la mejilla derecha de la mujer, llegando incluso a rebotar y salpicar. Sin que la sonrisa desapareciera de sus labios, ella siguió pajeando la polla, moviéndola por toda su cara para que la fuera cubriendo. El segundo latigazo lentamente salió y le llego al pelo, dejando un rastro por la frente, la nariz y sus labios. El tercero bañó su otra mejilla, la frente y más en su cabello.
Hasta 10 chorros de esperma aterrizaron sobre toda la cara de la mujer, que tuvo que cerrar los ojos debido a que ambos quedaron cubiertos por sendos regueros de lefa.
La velocidad del vídeo volvió a la normalidad.
-Uf, siento toda mi carita bañada en leche. ¿Estoy guapa chicos?
Apareció una mano de hombre que con delicadeza quitó el semen de ambos ojos para que ella pudiese abrirlos. Susana miró a la cámara, abrió la boca y se metió media polla dentro.
El video terminaba con Susana grabándose a sí misma metiéndose en la cama, con la cara a aún cubierta de la corrida de Arturo, ya algo más licuada.
-Buenas noches, chicos. Espero que os hayáis corrido a gusto con este video.
El número de suscriptores de Susana creció como la espuma, así como sus ingresos. Siguió grabándose videos sola, pero los que más éxito tenían, sin duda, eran los que grababa con Arturo.
Empezó a recibir peticiones especiales de alguno de sus clientes. Se las contaba a Arturo, y algunas las llevaban a cabo. También grababan algunas ideas propias de ella. Pero la gran mayoría de los videos eran idea de Arturo.
Se la folló en los probadores de unos grandes almacenes. En los baños de varios restaurantes. La hizo tragarse su semen arrodillada en un puente mientras él miraba por encima, disimulando y vigilando.
Arturo, por su parte, estaba encantado con todo aquello. Tenía una preciosa mujer con la que cumplir todas sus fantasías. Era guapa, sexy, viciosa, morbosa. El sueño de todo hombre. Pero sabía que eso era precisamente. El sueño de muchos hombres. De todos los que pagaban por sus videos. De toda aquella panda de sucios pajilleros que se la cascaban mirando como se la follaba, como le llenaba la boca de leche, la cara, las tetas, el coño.
Él tenía la suerte de ser el hombre que se la follaba. Pero en el fondo sabía que no era suya. Que era de todo aquel que pagara por ello. Y eso empezó a hacerle mella.
A veces, por las noches, solo en su cama, se ponía a pensar en cómo sería todo si ella no tuviera esa cuenta en Only Fans. Si fuesen solo él y ella. Entonces, quizás, sería la mujer con la querría compartir su vida. Pero sabía que sin esa cuenta ella no le abría llamado aquel día para proponerle hacer un video.
En esos momentos se decía que no fuera tonto. Que disfrutase con ella. Que se lo pasaran los dos de puta madre y que le quitaran lo bailado.
Pero cada día que pasaba algo dentro de él lo iba entristeciendo lentamente. Algo de lo que no era consciente pero que estaba ahí, enraizándose poco a poco en su corazón.
Susana, por otra parte, estaba feliz. Ahora podía permitirse todos los caprichos que quisiera. Pudo empezar a ahorrar, incluso. Pero sobre todo estaba encantada con Arturo. Era simpático, guapo y encima era el hombre que mejor la había follado en su vida. Se derretía por su polla. Le encantaba tragarse su semen, sentirlo por todo su cuerpo, en donde él quisiera dárselo.
Sí, hacía vídeos sexuales con él. Para ganar dinero, pero se corría de verdad. Lo disfrutaba plenamente. Era vicioso, morboso pero nunca se sobrepasaba. Siempre, por muy fuerte que fuera lo que hacían, la trataba con respeto. Jamás se sintió humillada con él. Más de una vez, cuando algún cliente habría propuesto alguna escena demasiado fuerte o humillante, Arturo se había negado a hacerlo. "Eso no es sexo", le decía. "Nunca llegues a eso por mucho que te paguen".
Susana sentía en esos momentos que Arturo la protegía. También se sintió protegida el día en que, acostados en la cama después de grabar uno de sus videos, ella le dijo que muchos suscriptores le preguntaban que cuando le iba a follar el culito para ellos.
-Ya sabes que tu culito me encanta. Que tienes un culito precioso - le respondió él
-Sí, me lo dices mucho.
-Y no sabes las ganitas que tengo de follártelo. De clavarte toda la polla dentro y llenártelo de leche.
-Uf..
-Me dijiste que solo te lo habían follado una vez, ¿No?
-Sí. Un chico. Con una polla pequeñita.
-¿Y? ¿Te gustó?
-Pues.. la verdad es que no. Sentí dolor, nunca placer.
-Y eso con una polla… pequeñita. Pues con la mía no lo ibas a pasar mejor: Te haría mucho daño. Y no quiero hacerte daño.
Susana se abrazó a él. Cerró los ojos y notó como se mojaban.
-¡Qué se queden sin enculada esos pajilleros! - dijo ella
-Jajaja, sí.
-¿Se lo hacías a Nuria?
-¿Follarle el culo?
-Sí.
-¡Qué va! Ella era, digamos, que muy modosita en el sexo. Demasiado… sosa. ¿Sabes que nunca me dejó correrme en su cara? Decía que me corría como un burro y que le daría asco.
-¡Qué tonta! A mí me encanta que me bañes con tu semen.
-Y a mí me encanta hacértelo.
-¿Cómo aguantaste tanto con ella?
Arturo se quedó pensativo unos segundos.
-Pues… no sé. No todo en la vida es sexo. Hay más cosas. Y en el resto ella era maravillosa. Quizás llegué a acostumbrarme a estar con ella, aunque me faltaran ciertas… cosas.
-¿La querías?
Dudó unos segundos antes de responder.
-Sí, la quería. Me dolió que rompiéramos. Pero quizás lo habríamos hecho con el tiempo. No sé.
Susana temió hacerle la pregunta. Temía su respuesta. Aún así, la hizo
-¿Aún la quieres?
Pasados unos instantes, Arturo respondió.
-No. Esa etapa de mi vida ya pasó.
-¿Y si ella te pidiese volver?
-Le diría que no - respondió, pero en el fondo sabía que no estaba seguro del todo
Susana no quiso preguntar más. Siguió abrazada al cálido cuerpo de su.. follamigo. Si él volviese con Nuria, si la dejase, sería terrible. Se quitó la idea de la mente.
La vida es algo imprevisible. Uno nunca sabe lo que te tiene deparado. Hacía meses que Arturo no pensaba en Nuria. Esa tarde Susana le había preguntado por ella y había vuelto a pensar en ella. Y esa noche, ya en su casa, cuando estaba a punto de dormirse, sonó su teléfono y en la pantalla vio un nombre que lo hizo estremecer: Nuria.
Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Los recuerdos se agolparon. Lo bueno y lo malo. Dudó en si contestar o no. Cuando se decidió a contestar, el teléfono quedó en silencio. Ella había colgado.
"¿Qué querría Nuria? ¿Por qué lo había llamado?" se preguntó una y otra vez. A punto estuvo de llamarla él, pero se dijo que no.
A los 5 minutos el teléfono volvió a sonar. Era, nuevamente, Nuria. Esta vez sí contestó.
-Hola - dijo él.
-Hola Arturo. ¿Cómo estás?
-Bien. ¿Y tú?
-Bien.
Arturo no dijo nada. Ella tampoco. Pasaron los segundos. Él esperó a que ella continuase.
-Estoy nerviosa.
-¿Por?
-Por hablar contigo. Llevo días queriendo hacerlo. Pero no me atrevía.
-Ya… ¿Qué quieres?
-Pues…hablar… decirte cómo me siento.
Nuevo silencio. Ella esperaba que él dijera algo y él que ella siguiera.
-Te he echado mucho de menos, Arturo.
Él casi le dice que él también a ella. Y era cierto. Al menos al principio, los primeros meses. Luego llegó a dejar de dolerle. Dejó de pensar en ella. Apareció Susana y Nuria dejó de ocupar su mente hasta esa misma tarde en que Susana la nombró.
-¿Tú a mí ni siquiera un poquito? - preguntó Nuria al ver que él no contestaba.
-Sí. Los primeros meses sí. Pero dicen que el tiempo todo lo cura.
-Ya… el tiempo, eso dicen. También dicen que un clavo saca otro clavo.
-¿Un clavo?
-Sí, ya sabes. Que una mujer te hace olvidar a la anterior.
-Ah, no lo había pillado - mintió Arturo.
-¿Tienes tú ya ese otro clavo? - preguntó su ex novia.
Nuevo silencio. ¿Qué contestarle? No salía con ninguna chica. Pero estaba Susana. No salía con ella. Solo follaban.
-Bueno, no hace falta te contestes - siguió Nuria - Algo sé.
-¿Qué es lo que sabes? - preguntó Arturo tensándose.
-Bueno… hace un tiempo me contaron algo sobre alguien. Y me llevé una sorpresa enorme.
-!Joder Nuria! No te andes con acertijos. Sé clara.
-Jajaja, no te enfades R2D2
R2D2 es como ella lo solía llamar en plan cariñoso, haciendo referencia a la pronunciación en inglés del famoso robot.
-No me enfado. Pero se clara.
-Pues me dijeron algo de Susana.
En ese momento Arturo se sentó en la cama.
-¿Qué te dijeron?
-Pues… que tenía una cuenta en Only Fans. Que hacía videos porno.
-Vaya con Susanita…
-Sí sí. Vaya con Susanita. Tan mosquita muerta que parecía y mira a lo que se dedica.
-Bueno, ya es mayorcita. Puede hacer lo que le dé la gana.
-Claro que es mayorcita. Y tú también eres ya mayorcito R2D2.
-¿Sigues con insinuaciones?
-Jajaja. Vale. Al grano. Sé que eres tú el que se la folla en lo videos.
-¿Cómo sabes que soy yo? Nunca se ve la cara del tío.
-O sea, has visto los videos ya que sabes que a él nunca se le ve.
Lo había pillado.
-Sí. También me contaron lo de su canal y tenía curiosidad.
-Ya.. ya… para ver los videos hay que pagar. ¿Tanta curiosidad tenías como para pagar?
-Sí. ¿Qué pasa? - dijo, a la defensiva.
-Ay, mi R2D2… que estuvimos varios años juntos. ¿Crees que no iba a reconocer tu polla y cómo te corres?
-Siempre odiaste cómo me corría. Te daba asco.
-Sí, no lo niego. He pensado mucho en eso. En nuestra vida juntos. Sobre todo en el sexo. Y ahora me doy cuenta de que no estuve a la altura.
-¿A la altura?
-Quiero decir que no supe complacerte en todo lo que deseabas.
-Ya… pero así son las cosas. El sexo es cosa de dos. Y ambos deben sentirse cómodos.
-Siempre fuiste un caballero. A pesar de que lo deseabas, jamás me forzaste a complacerte.
-No soy de esos. Jamás forzaría a nadie a hacer algo que le repugnara.
-¡Qué tonta fui, R2D2!
Arturo guardó silencio. Si que había sido una tonta al dejarlo. Pero eso ya era el pasado.
-A Susana no le da asco. Se ve que disfruta con tus corridas - dijo Nuria al poco.
-Pues sí. No es nada remilgada en eso.
Entones Arturo cayó en la cuenta. Nuria debía haber visto también los videos.
-¿Cómo sabes tanto de esos videos? - le preguntó.
-Cuando me lo dijeron sentí mucha curiosidad. No me cuadraba para nada esa mosquita muerta haciendo videos porno. Así que me hice fan. Y vaya sorpresa que me llevé cuando vi tu polla.
-Jajaja supongo - respondió Arturo, dejando al fin salir la tensión que sentía.
-Bueno, si te soy sincera, me sentí algo celosa.
-¿Celosa? Fuiste tú la que se fue.
-Lo sé, lo sé. Pero verla a ella haciendo todo eso contigo. Todo lo que yo nunca quise hacer… no sé.
-Bueno, las cosas son así. La vida da muchas vueltas.
-Uf si da vueltas. Demasiadas. ¿Sabes? A los pocos días de haberme dado de alta y ver por primera vez los videos, me volví a conectar una noche. Empecé a verlos con otros ojos. Miraba tu polla, como te la follabas y… recordaba lo que yo sentía cuando me follabas a mí. Y… cuando te corrías en su boca, en su cara, ya no me daba tanto asco verlo. Empezó a gustarme.
La polla de Arturo empezó a ponerse dura.
-¿A gustarte? - preguntó, incrédulo.
-Sí. Ya no lo encontraba tan repulsivo. Incluso llegué a masturbarme mirando sus videos.
-¿Mirando come me comía la polla? - susurró el hombre empezando a hacerse una suave paja.
-Sí.
-¿Mirando cómo me corría sobre su linda carita?
-Uf.. sí - respondió Nuria, gimiendo. Los dedos de su mano derecha recorrían su empapado coñito.
-¿Mirando como sonríe a la cámara con la cara llena de semen espeso y reluciente?
-Ummm sí.. Incluso preguntándome por qué fui tan tonta. Por qué no te supe complacer. Que cómo era posible que no te dejara hacérmelo a mí y verte hacérselo a otra me excitara
Ambos gimieron. Ambos se oyeron.
-¿Te estás tocando? -Preguntó él.
-Sí - respondió ella - ¿Tú?
-También. Me has puesto muy cachondo.
-¿Follamos? Te dejaré correrte donde quieras, mi R2D2
-Sabes de sobra en donde me quiero correr.
-En mi cara
-Sí, en tu cara.
-Pues ven a follarme y a llenarme la cara de tu lechita.
-¿Sigues en el mismo piso?
-Sí.
-Voy
Con la velocidad del rayo Arturo se vistió y salió hacia la que había sido su casa durante 3 años. Cuando tocó el timbre del portero automático la puerta se abrió sin que Nuria contestara. Lo esperó tras la puerta, nerviosa, ansiosa.
Arturo salió del ascensor y entró en la casa. La vio, hermosa, completamente desnuda. No hubo palabras. Se acercó a ella, cerrando la puerta tras de sí, la abrazó y juntaron sus bocas en un profundo y húmedo beso.
Sin despegar sus labios, Nuria hizo algo que jamás había hecho cuando estaban juntos. Llevó sus manos a la bragueta del pantalón y tras comprobar que la polla estaba bien dura, la bajo, metió la mano y le sacó la polla.
-La he echado mucho de menos - le dijo mirándole a los ojos y arrodillándose lentamente sin dejar de mirarle a los ojos.
En cuanto Nuria se metió la polla en la boca y empezó a chupársela, Arturo se dio cuenta de que lo hacía igual que antes, que seguía sin ser especialmente buena en el sexo oral, pero tenerla arrodillada y mirándole a los ojos lo tenía encendido como nunca, y más sabiendo que se iba a correr en su cara tal y como siempre lo había deseado.
-Ummm, eso es… cómeme la polla…que rico.. Nuria…no pares.
Con la primera arcada de ella, Arturo le dijo que fuera con más calma. Que no hacía falta que se la metiera tan a fondo. Se la sacó de la boca y se la pasó por la cara, humedeciéndola con la saliva con que ella había bañado la dura polla.
El deseo de tantos años y el repentino e inesperado ofrecimiento de Nuria tenían a Arturo a punto de correrse. Por fin iba a cumplir su deseo de ver a su preciosa Nuria bien cubierta de lo que sabía que iba a ser una enorme corrida.
-¡Uf Nuria, cómo me tienes! ¡Por fin te voy a llenar la carita de leche!
Fue algo apenas perceptible, una fracción de segundo en la que la cara de Nuria se crispó. Pero fue suficiente para que Arturo lo supiera. Le sacó la polla de la boca, se la agarró y empezó a pajearse con furia, apuntando a su cara.
-¿Porque es lo que quieres no? Quieres que me corra sobre tu carita, que te la llene de leche caliente, espesa, como se lo hago a Susana. Quieres verte como ella, cubierta de semen. Sentirlo caliente en tu cara, ¿Verdad? ¿ Es eso lo que deseas?
Nuria dejó de mirarle a los ojos, y asintió. Pero Arturo lo sintió más como un simple movimiento de la cabeza que como un asentimiento pleno.
-Ummm así me gusta, Nuria. Y si te abro la boca y me corro dentro… ¿Te tragarás como una niña buena todos y cada uno de los chorros de lefa que te dé? ¿Eh? ¿Te lo tragarás todo sin desperdiciar ni una gota?
Ella volvió a asentir, sin mirarle. Entonces, Arturo sujetándola por la barquilla hizo que ella levantara la cara y lo mirara mientras seguía subiendo y bajando su otra mano a lo largo de la dura verga, a punto de descargarse.
En sus ojos lo vio, claramente. La confirmación de lo que supo en la mirada de ella hacía unos instantes. Sus ojos que empezaban a aguarse, a llenarse de lágrimas. Arturo estaba a punto de correrse sobre la hermosa cara de la mujer a que tanto amó, a la que tanto deseó. Por fin iba a cumplir su deseo de verla marcada por él. Notó como llegaba al punto sin retorno y entonces… paró.
Soltó su polla, que se quedó palpitando a escasos centímetros del bello rostro.
-Eres una mentirosilla - le dijo, sonriendo.
Nuria no pudo más. Se echó las manos a la cara y rompió a llorar.
-Yo.. lo siento… no.. no puedo.
-Lo sé. No pasa nada.
La ayudó a levantarse. No pudo dejar de admirar aquel bello cuerpo que una vez fue suyo.
-Será mejor que te vistas. Te espero en el salón - le dijo, con suavidad.
Se guardó la polla, aún dura, se subió la bragueta y se fue a esperarla. A los pocos minutos ella apareció envuelta en una bata, bien atada.
-¿Cómo estás? - preguntó él.
-Pues…avergonzada. Me siento fatal. Perdóname.
-Bueno, ya pasó. Pero dime. ¿Por qué lo has hecho?
-No lo sé. Te echaba tanto de menos. Me maldije mucho a mi misma por haber roto lo nuestro.
-Bueno, lo 'nuestro' es cosa de dos. Ambos somos responsables.
-¿Ves? Meto yo la pata y como siempre tratas de defenderme. Nunca te enfadabas, nunca me reprochabas nada. A veces eso me volvía loca, pero… cuando dejé de tenerlo, de tenerte, lo añoré. Y cuando vi lo que hacías con Susana, pensé….
Se calló, frotándose las manos.
-¿Qué pensaste? - preguntó Arturo.
-Pues.. que si te daba lo que ella te daba….
-¿Entonces?
-Entonces… volverías conmigo.
Unos meses atrás, aquellas palabras de Nuria habrían hecho que el corazón de Arturo galopara loco en su pecho. Se abrazaría a ella y le diría que él la seguía queriendo, que deseaba volver con ella. Pero en ese momento su corazón estaba tranquilo. Apreciaba a esa mujer. Deseaba a esa mujer. Pero en ese preciso instante se dio cuenta de que ya no la amaba.
-No puedo volver contigo. Y no es por el sexo. Es porque… ya no siento lo mismo que sentía antes. Nuria, ya…
-Ya no me quieres.
-No.
-Quieres a Susana - dijo la mujer, sabiéndose ya derrotada.
-Me gusta Susana. Y mucho. ¿Quererla? Pues no sé, la verdad, Creo que sí. Pero no me he planteado nada con ella. Aún.
Se miraron a los ojos. Se sonrieron, sin más reproches.
-Será mejor que me vaya. Es tarde. - dijo Arturo, levantándose.
Nuria lo acompañó a la puerta. Se despidieron con un beso en mejilla.
-Que seas feliz con ella - dijo la mujer
-Que encuentres tú también la felicidad, Nuria, Adiós.
Tras cerrar la puerta, Nuria lentamente cayó al suelo y empezó a llorar. Supo que lo había perdido para siempre.
Por su parte, Arturo, mientras volvía a su casa, empezó a pensar en todo lo que había pasado, lo que se habían dicho. Pensó en Susana, en sí debía o no decirle lo que había ocurrido esa noche. Por una parte se sintió liberado por fin de Nuria. Esa parte de su vida estaba enterrada para siempre. Pero… ¿Y Susana? La apreciaba, la deseaba. ¿La amaba?
Le dijo a Nuria que no lo sabía. Pero tenía miedo de la reacción de Susana si le contaba lo que había pasado esa noche en casa de Nuria.
Esa noche apenas pegó ojo.
Al día siguiente, sábado, por la mañana temprano, Susana lo llamó al móvil. Arturo se estaba duchando pero cogió el teléfono.
-Buenos días, preciosa.
-Buenos días, Arturo. ¿Cómo estás?
-Bien ¿Y tú?
-Uf
-¿Uf? ¿Cómo que uf? ¿Qué pasa?
-Verás. Anoche estuve chateando con uno de mis fans…
Arturo sintió un leve estremecimiento. Ella hacía videos en los que recibía enormes corridas por todo su cuerpo y que veían cada vez más personas y él participaba, y le encantaba hacerlo. Pero saber que además de eso chateaba con ellos le hizo sentir ese punzada de… ¿celos?
-¿Y? - preguntó
-Ya sabes cómo va eso. Hay que mantener a los fans contentos y hablar con ellos, que se sientan especiales y sigan pagando - respondió la mujer, riendo.
-Sí… supongo.
-Pues este Aleteo64@ es como todos. Que si soy preciosa, que si patatín, que le encanta ver las enormes corridas que me das… en fin, lo normal… pero…
-¿Pero? Vete al grano - respondió Arturo algo irritado.
-Vale. Al grano. Pues me dice que está dispuesto a pagar 1000 euros por ver cómo me follas el culo.
-¿Qué?
-Pues que me pagará 1.000 euros si le grabamos un video en el que me metes la polla en el culito y me lo follas bien follado.
-Estás loca, Susana
-Es mucha pasta, Arturo.
-¿No tienes ya suficiente?
-Jeje, no me quejo, gracias a ti ahora tengo muchos más fans que antes. Pero 1.000 euros es lo que gano en un mes. Además… mi culito te encanta.
La polla de Arturo se empezó a poner dura. Se la comenzó a acariciar.
-Es que tienes un culito precioso. Pero ya te dije hace meses que no. No quiero hacerte daño.
No quería hacerle daño, pero la noche anterior estuvo a punto de follarse a Nuria. Y eso no se lo quitaba de la cabeza.
-Lo sé… - la voz de Susana cambió - Sé que jamás me harías daño… que me cuidas.
-Claro. Me encanta follarte bien follada. Y como me comes la polla. Lo que disfrutas con mis corridas.
-¿Solo eso? - dijo Susana, tratando de sonar calmada, pero sintiendo un estremecimiento recorrer su cuerpo.
-Bueno, no solo eso. Supongo que todo.
-¿Todo?
Ahora fue Arturo el que se estremeció. Sus sentimientos estaban encontrados, luchando entre sí. Y no se quitaba de la cabeza lo que había pasado con Nuria. Respiró hondo y se lo dijo a Susana.
-Verás, anoche me llamó Nuria.
Se hizo el silencio. Susana trató de digerir lo que él le acababa de decir.
-¿Qué..qué quería? - preguntó.
-¿Dónde estás?
-Por el centro, de compras.
-Ven a mi casa. Prefiero hablarlo en persona.
-Vale, voy.
Susana colgó antes de que Arturo notara que apenas podía hablar. Tenía un nudo en la garganta y sus ojos se aguaron. Una lágrima cayó por su mejilla.
Lo había perdido. Él volvería con Nuria y todo se acabaría.
Arturo terminó de ducharse y se vistió. Estaba nervioso. Su mente funcionaba a toda prisa, pensando en lo que decir, en cómo se lo tomaría Susana. Temiendo que ella se enfadara y dejase de verlo.
A los 15 minutos sonó el timbre. Era ella. Le abrió la puerta. Solo se dieron un hola. Sin más. Ella llevaba un par de bolsa de papel con lo que se había comprado. Las dejó en el suelo y siguió a Arturo hacia el salón. Allí se sentaron, uno frente al otro.
Ambos con miedo a empezar. La tensión era palpable. Fue Susana la primera que habló.
-¿Cómo está Nuria?
-Bien…
Hizo una pausa. Susana ya no pudo más.
-¿Qué quería? ¿Volver contigo? - preguntó, al borde del llanto.
Arturo respiró hondo y le contó todo lo que había pasado. Lo de que Nuria había visto los videos, que lo echaba de menos. Le dijo que había ido a su casa a follar con ella, pero que al final no pasó nada.
-¿Y eso? - inquirió Susana.
-Bueno, ella me dijo que los videos que hacía contigo habían llegado a gustarle. Que me dejaría hacerle lo que hago contigo.
-Conmigo haces muchas cosas.
-Ya… pero se refería a que me dejaría correrme en su cara. Antes no le gustaba nada, le daba asco mi semen. Pero cuando estaba a punto de hacerlo, cuando le iba a dejar la cara llenita, ya sabes, vi en sus ojos que no era verdad.
-¡Coño!
-Así que paré.
-Uf.
-Y entonces me lo confesó. Que me había provocado para volver a estar conmigo. Que había pensado que si ella me daba lo que tú entonces volvería con ella.
Susana volvió es estremecerse. Su corazón empezó a latir con fuerza ante el temor de la respuesta de él a su siguiente pregunto. Inspiró y la hizo.
-¿Vas a volver con ella?
Arturo la miró a los ojos.
-No. Me di cuenta de que ya no la quería. Que con ella todo había terminado. Y además, me di cuenta de otra cosa.
-¿De cuál?
-De que ella…no eras tú. De que no es con ella con quien quiero estar. De que quiero estar contigo.
El corazón de Susana latió con más fuerza, pero ya no de miedo sino de pura alegría. La tensión de su cuerpo desapareció y dos lágrimas cayeron por sus mejillas. No aguantó más y se lanzó sobre Arturo, sentándose sobre él y besándolo con pasión.
Arturo correspondió al intenso beso, acariciándole la espalda, comiéndole la boca. La agarró por la cintura y la atrajo hacia él, notando sus pechos aplastarse contra el suyo. Ella, con alegría, notó como la polla se endurecía entre sus piernas. La notó contra sus bragas y se mojó en el acto. Él le levantó el vestido para poder acariciarle el precioso culito sobra las bragas, haciéndola gemir.
Se besaron y acariciaron con pasión hasta que Susana ya no pudo más. Con prisas, bajó la bragueta a Arturo y no sin dificultad consiguió sacarle la dura polla. Dura, caliente, gruesa. Mordiéndole los labios al chico apartó sus bragas, puso la punta de la polla a la entrada de su coño y se dejó caer, empalándose hasta el fondo.
-¡Agggg dios, Arturo.. cómo me gusta tu polla!
Sin dejar de besarlo, de sobarlo, empezó a cabalgarlo, metiendo y sacando la varga de su ansioso coñito. Arturo la sujetaba por las caderas y la ayudaba a saltar sobre él. Le comía la boca, el cuello, las orejas. Gemían el uno contra el otro.
Era la primera vez que hacían el amor. Ambos se deseaban tanto que el estallido de placer no tardó en llegar. Primero fue Susana la que notó como su cuerpo se tensaba, como cada músculo de su cuerpo se contraía, como su vagina comenzó a tener espasmos alrededor de la polla que la martirizaba de placer, hasta que llegó al cenit y estalló en un intenso orgasmo.
Arturo, tan excitado como ella, había estado aguantado para no correrse antes de tiempo. El estrecho coñito de Susana, al contraerse durante su orgasmo, disparó el suyo propio y estalló en lo más profundo de la vagina. Ella, al sentir el calor y las pulsaciones de la polla, intensificó su placer hasta que casi le hizo sangre al Arturo en los hombros con sus uñas.
Aún después de la última palpitación de la polla, el coñito de la mujer tenía espasmos. Más de un minuto estuvieron así, sin moverse, sin hablar, recuperando el aliento. La polla dura dentro de ella. El semen empezando a escurrir entre las piernas del hombre.
Finalmente, Susana separó su cara y se miraron a los ojos. Se sonrieron.
-Yo también quiero estar contigo - le dijo ella, acercando sus labios y besándolo.
Fernando, sin que la polla se saliera de su cálido encierro no tuvo problemas para agarrarla y levantarse. Sin dejar de besarla la llevó hasta su habitación. Sin dejar de besarla, bien clavado en ella, la tumbó en la cama, él sobre ella, y sin dejar de besarla la folló durante largos minutos hasta que una segunda y abundante carga de de espeso semen se añadió a la primera.
Agotados, y abrazados, se durmieron hasta el medio día.
El primero en despertarse fue él. Susana seguía abrazada a su cuerpo. Cálido, suave. Su respiración tranquila. Le acarició el cabello con ternura.
Recordó lo que se habían dicho antes. Que él le dijo que quería estar con ella. Que ella le dijo que quería estar con él.
¿La quería? Sí, la quería. Todas las señales que había sentido en esos meses al fin tenían nombre. Los celos que notaba cuando Susana le decía que chateaba con otros. El miedo a que lo dejara al saber lo de Nuria.
No era solo el sexo. El mejor sexo que había tenido, y tendría en su vida. Era ella. Estar a su lado. No habían hecho vida de pareja. No habían salido a comer o cenar a un restaurante. No habían ido al cine. Solo habían… follado. Pero esos momentos con ella eran los mejores de la vida de Arturo.
¿Podría ser siempre así? ¿Podría seguir con ella a pesar de.. ella? Quien le dijera a Nuria lo del Onlyfans de Susana se lo podría haber contado a más gente. Cualquier conocido suyo podría saber lo que Susana hacía. ¿Podría entonces él presentarla como su pareja? ¿Cómo su novia?
Lo que está en Internet siempre se queda. Es imposible borrar todo el rastro. Ella se movió y se abrazó con más fuerza a él. Arturo la acarició.
Susana abrió los ojos. Estaba abrazada al cálido cuerpo de Arturo. Pensó que él seguía dormido, ya que su respiración era suave.
Pensó en el miedo que había tenido yendo esa mañana hacia la casa de él. El miedo a que la dejara por Nuria. No era miedo a que dejare de verla y dejara por tanto de hacer videos con él. Ni siquiera miedo a que dejara de follarla como lo hacía, como nadie nunca lo haría.
Era miedo a no verle más. A no sentir su olor, sus caricias. A no oír su voz. Miedo a no tenerlo.
Y al final, él había dicho las palabras. Quería estar con ella. Cerró los ojos y sonrió.
Entonces, en ese preciso momento, un nuevo miedo surgió en el fondo de su mente. Algo en lo que nunca había pensado. Algo que no podía controlar y que ya no tenía solución.
La varonil voz de él la sacó del abismo en que mente se estaba hundiendo.
-Buenos días. Bueno, más bien buenas tardes, dormilona
-Buenas tardes - respondió, abrazándolo con fuerza.
-Tengo hambre. Hoy no desayuné -dijo él
-Yo tampoco. Me muero de hambre - respondió ella.
-¿Vamos por ahí a comer algo? - preguntó el hombre
-Vale - respondió la mujer.
"¿Y si me ven con ella?¿Si la reconocen?" - pensó Arturo.
"¿Y si lo ven conmigo? ¿Si alguien me reconoce?" - pensó Susana.
Ella se incorporó y lo besó con pasión. Se dijo a sí misma que sería casi imposible que alguien que hubiese visto sus videos fuera a estar precisamente en donde ellos estarían. Se dijo así misma que todo eran exageraciones.
El beso se tornó más intenso. Las manos de uno acariciaron el cuerpo del otro. Pezones endureciéndose, polla tomando forma, lenguas entrelazadas.
Susana hizo algo que sabía a él le gustaba. Se acomodó entre sus piernas y mirándole a los ojos empezó a comerle la polla.
-Antes de ir a comer, me tomaré un aperitivito.
-¿Leche calentetita?.
-Ummm, justo eso.
Pero justo cuando iba a volver a meterse la ya durísima polla en la boca, se acordó de algo.
-Uy, Espera.
Se levantó corriendo, dejando al sorprendido hombre con la verga sobre el estómago. A los pocos segundos volvió con las bolsas que había traído.
-Mira lo que compré esta mañana - le dijo sacando una caja de una de las bolsa.
-¿Qué es?
-Ábrelo.
Cuando Arturo abrió la caja y vio lo que contenía, enarcó las cejas y la miró
-¿Y esto?
-Son dilatadores anales.
-Eso ya lo veo.
-Pues… para eso. Para ir abriendo mi culito para que tú…
-¿Para que yo…?
-Para que tú me claves todo ese pollón y me llenes el culito de leche.
-Susana, ya hablamos de eso.
-Sí. Pero no es solo por el dinero que me ofrecieron. Quiero hacerlo por ti. Aunque no grabemos un video quiero me folles el culito.
-¿Estás segura?
-Sí.
-¡Joder!. Llevo años soñando con clavarte la polla hasta el fondo de tu precioso culito.
-Lo sé. Y por eso, porque sé como lo deseas y aún así, por no hacerme daño nunca me has forzado a hacerlo, quiero que lo hagas.
-Pues… habrá que empezar por el más chiquito.
-Jajaja, sí. ¿Me lo pones?
-Vale.
Risueña, Susana se arrodilló en la cama, sacando las piernas por el borde. Arturo cogió el dilatador más pequeño de los 4 que había en la caja y también un bote de lubricante que ella también había comprado.
Se puso detrás de ella y espació un poco del gel sobre el pequeño dilatador. También echó un poco en el apretado anito de la chica, que dio un respingo.
-¡Está frío!
Con la yema del pulgar Arturo esparció el lubricante, llegando incluso a apretar un poco. Ella contrajo el esfínter, impidiendo que el dedo entrara.
-Jajaja, si haces eso en un dedito, imagina si la haces con mi polla. Tienes que relajar ese culito.
-Lo sé. Me pillaste desprevenida.
Arturo no pudo evitar ponerse un chorrito del frío gel en la punta de la polla y luego, pegándose a la chica, acariciarle el culito con ella.
-¿Y si pasamos del dilatador y te lo dilato directamente con la polla?
Susana inmediatamente se dio la vuelta y se sentó sobre la cama
-¿Estás loco? ¿Quieres partirme por la mitad?
-jajajaja, ¡Qué era broma, mujer! ¿Cómo iba yo a romperte ese culito tan lindo que tienes?
-¡Capullo! - exclamó Susana volviendo a arrodillarse y ofrecerse.
-Vamos allá. Ahora sí, relájate.
Con suma delicadeza acercó la punta del dilatador de goma y presionó. El gel lubricante hizo su trabajo y poco a poco, sin brusquedad, fue abriéndose paso.
-Coge aire. Ahora viene la parte más gruesa, Pero es pequeñito.
-¿Pequeñito? ¡Pero si lo siento enorme!
-Xágerada
Apretándolo con su pulgar, un poco más fuerte que hasta ese momento, Arturo consiguió que el dilatador venciera la resistencia del esfínter y se colara dentro.
-!Ay! - se quejó la mujer.
-jajaja, pero si es un dilatadorcito de nada. ¿Te duele?
-Bueno.. no, la verdad. Ha sido más la impresión que otra cosa… Se siente raro
Arturo comprobó que estaba bien metido y sujeto. Solo quedaba fuera la parte redonda que impedía que entrara más. Por el diseño de aquellos aparatos sabía que no se saldría fácilmente a menos que tirara de él o de ella hiciera fuerza.
Viéndola así, a 4 patas sobre la cama, con el culo en pompa, el dilatador clavado bien a fondo y su precioso coñito más abajo, abierto, mojado, no pudo más que hacer lo que hizo a continuación. Meterle toda la polla en el coño, despacito pero sin pausa, hasta que hizo tope con las nalgas.
Y tampoco pudo evitar hacer lo que hizo a continuación. Agarrarla por las caderas y follársela bien a fondo, arrancándole gemidos de placer. Arrancándole a los pocos minutos un intenso orgasmo que notó en como las paredes de su coñito se contraían alrededor de su dura polla, que no paró de follarla.
Tras el segundo orgasmo de Susana, al notar la llegada del suyo propio, le dijo.
-¿No querías un aperitivito de leche?
Susana no contestó. Si bajó de la cama, se arrodilló delante de él y mirándole a los ojos se metió la polla en la boca. Mirándole a los ojos se tragó todas y cada uno de los chorros de semen que Arturo le disparó dentro de la boca. Luego él la ayudó a levantarse y la besó. Llevó sus manos a su nalgas y comprobó, acariciándolas, que el dilatador seguía en su sitio.
-No te lo saques. Vístete y nos vamos a comer.
-¿Sabes? Me gustó la sensación de correrme y sentir el mismo tiempo el culito lleno.
-Bien. A ver si te gusta tanto cuando sea mi pollita lo que tengas clavado en tu culito.
-Me gustará complacerte - le dijo, mirándole a los ojos.
Arturo la besó otra vez.
Se vistieron y salieron a la calle. Susana se sentía extraña notando el dilatador clavado. Temía que se saliese en cualquier momento, pero tras varios minutos de caminar por las calles se dio cuenta de que no se saldría tan fácilmente.
Cuando se sentaron a comer Arturo se dio cuenta de que ella no se sentaba del todo, sino un poco de lado.
-¿Te molesta? - le preguntó.
-Sí… bueno, no. No me duele ni nada. Es solo la sensación. Es algo nuevo! jajaja
-Si quieres, vamos al baño y te lo quito.
-No no. Que vaya haciendo su trabajo.
-Vale.
A partir de ese momento y el resto de la tarde se comportaron por primera vez como pareja. Fueron a un centro comercial a ver tiendas, pasearon por la calle. De vez en cuando se besaban.
Susana era feliz. Arturo era feliz. Aunque ambos sentían en el fondo de su alma aquella sombra que los atenazaba.
Esa noche fue la primera noche que pasaron juntos. Después de hacer el amor y no grabarlo, Susana que quedó a dormir.
Por la mañana, domingo, antes de volver a echar un intenso polvazo, Arturo volvió a ponerle el dilatador pequeño. Se pasaron todo el día en casa. Vieron la tele, volvieron a follar, a comer, a follar… hasta que a las 10 de la noche se despidieron.
En esa despedida surgió la palabra. La primero que la dijo fue ella.
-Hasta mañana, Arturo. Te quiero.
-Hasta mañana, Susana. Te quiero.
Para el video que grabaron el lunes al medio día, antes de comer, usaron el siguiente dilatador, algo más grande que el primero.
Susana, vestida solo con una preciosa lencería y un tanga de hilo, se sentó frente a la cámara para hacer un show para sus fans.
-Hola chicos - dijo, mostrando el dilatador de color rojo intenso - Muchos de vosotros me habéis dicho que queréis ver como mi amigo me clava su tremendo pollón en el culito. !Qué malos sois! Tremenda polla dentro de mí.. ¿Pero sabéis un cosa? La idea de tener su polla taladrando mi culito… me pone muy muy cachonda.
Arturo, que en ese momento manejaba una de la cámaras, hizo un primer plano de como Susana abría sus piernas, apartaba la poca tela que tapaba su vulva y la exponía para sus espectadores. Su coño sonrosado y mojado ocupó toda la pantalla.
-Por eso - continuó Susana - voy a ir preparándome para ese gran día. Así que ahora vais a ver, mis queridos pajilleros, como ( casi se le escapa el nombre de él) .. mi amigo me va preparando.
Sensualmente, Susana se arrodilló sobre la silla en que se había sentado, meneando el culito hacia la cámara. Todo lo habían planeado. Colocaron una de las cámaras para que captara bien a Susana mientras Arturo, con otra cámara en mano, filmaba otros planos.
Lo primero que hizo el hombre fue darle varios pollazos a cada nalga. Susana miraba a la cámara.
-¿Veis tremenda polla y mi culito chiquito? Aún así, pervertidos, queréis que me la meta. Pero no será hoy.
Con su cámara Arturo grabó como le echaba lubricante justo en la rajita del culo de Susana. Grabó como la esparcía con su dedo pulgar y grabó como el dedo, poco a poco, desaparecía dentro del tentador culito de la mujer.
-Ummmm, su dedo ya me entra bien… lo siento dentro de mí… y me gusta.
Dándole pollazos en las nalgas, Arturo grabó como le empezaba a follar el culito con el dedo. Siempre despacito, con cuidado. Para lo siguiente que quería hacer necesitaba ambas manos, así que paró su cámara y la dejó sobre la cama. La otra cámara, la fija, seguía grabando.
Pudo estirar el brazo para hacer más zoom, haciendo que la pantalla estuviese casi completamente cubierta por el culo y el coñito de Susana. Echó más lubricante en su dedo y retomó la follada dactilar. Con la otra mano, ya libre, empezó a acariciarle el empapado coñito a la mujer.
-Aggg, dios.. que rico…me encanta
En la pantalla se veía perfectamente como el dedo entraba y salía del culito, y como los de la otra mano frotaban el clítoris y hasta se metían a fondo en el apretado coñito.
También captaron como Susana, sin remedio, se corrió con intensidad. Como su ano se contraía alrededor del dedo, como su coño destilaba juegos que mojaron aún más los dedos de Arturo.
-Ummm buena polla y dedos mágicos. La perfección hecha hombre - dijo Susana
Arturo volvió a coger la cámara para poder grabar como le ponía lubricante al dilatador para, seguidamente, empezar a pasarlo sobre el enrojecido esfínter de la mujer.
Presionó ligeramente, notando como Susana se contraía.
-Despacito - dijo ella - Ese es más grande que el otro.
Arturo presionaba y soltaba, presionaba y soltaba, y a la vez iba rotando el artilugio. Cada vez un poco más, haciendo que ella se fuera relajando, dejando de apretar y permitiendo que poco a poco el dilatador fuera introduciéndose en culito de ella.
Llegó a la parte más ancha. Sabía que ese era el momento más crítico, así que echó más lubricante y de un último empujón le clavó el dilatador hasta que el tapón redondo quedé en su sitio.
-¡Aggggg, dios! - se quejó Susana con la punzada de dolor, pero se relajó y enseguida pasó.
Arturo grabó más pollazos sobre las nalgas de Susana antes de, mirando a la otra cámara para colocarse bien y que su cuerpo no tapara la visión de su polla, se la metió lentamente en el jugoso coño.
Se la folló despacito, recreándose en como su polla salía y entraba de aquel estrechito coño que tanto le gustaba. Siempre atento a que la grabación fuera perfecta y que los fans de Susana no se perdieran detalle de cómo le llenaba la vagina de verga dura.
Susana meneaba suavemente las caderas, gimiendo de placer. De puro placer. Ya no era solo la maravillosa polla de Arturo la que la llenaba. Ahora también sentía su culo lleno. Solo un ligero dolor que iba menguando, y la presión del dilatador.
El hombre arreció las embestidas, follándola cada vez más rápido. Por su polla caían los jugos que ella destilaba.
Las contracciones del orgasmo de Susana fueron suficientes para hacer que Arturo no aguantase más y también estallara sin remedio. Cinco espasmos dio la polla, que él dejó mitad dentro del coño. Cada espasmo era un lefazo caliente depositado dentro del hambriento coño.
Antes del sexto, sacó la polla y la dejó para que la cámara captara los siguientes disparos que mancharon los labios vaginales, la raja del culito, la base del dilatador y las bellas nalgas.
Tras el último espasmo, ya sin semen, le volvió a meter la polla hasta el fondo y la dejó allí. La vagina de Susana seguía con contracciones. Susana seguía corriéndose.
Cuando por fin terminó, cayó hacia adelante, quedando boca abajo sobre la cama. Arturo enfocó hacia su coñito, del que empezaba a salir una mezcla de semen y flujo vaginal. También enfocó hacia la cara de Susana, que con los ojos cerrados, sonreía.
Durante unas semanas la pareja fue intercalando videos "normales" con aquellos en los que usaban los dilatadores, cada vez más grandes. Tras filmar con el último de ellos, tras unos días de uso, por fin Susana estaría lista para el gran momento. El momento en el Arturo la sodomizaría, por fin, ante la cámara.
En esos días, después de confesarse el uno al otro lo que sentían, su relación cambió. Pasaban más tiempo juntos. Salían a comer, a cenar. Fueron varias veces al cine. Y sobre todo, follaban, se daban placer el uno al otro.
Una tarde, estando Arturo solo en una cafetería se tropezó con Antonio, un antiguo amigo de la pandilla de Nuria. Se saludaron y se sentaron juntos a tomarse un café y recordar viejos tiempos. Recordaba a Arturo como un buen tipo. No recordaba que tuviese pareja, al menos cuando salían juntos.
La conversación fue bastante banal. Qué había sido de sus vidas. Que sentía mucho lo de Nuria, qué sabían de los demás… Hasta que Antonio le hizo una pregunta que provocó que Arturo se tensara.
-¿Recuerdas a Susana, la de gafitas? - preguntó Antonio.
-Sí - respondió Arturo, seco.
-Estaba bastante rica. Bueno, lo sigue estando. Tiene un Onlyfans, ¿Sabes?
Arturo sabía que ese momento llegaría tarde o temprano. Algún conocido sacaría el tema.
-Muchas personas tienen un Onlyfans - dijo
-Ya, pero pocas son tan guarras como Susana. Tendrías que ver sus videos. ¡Son la leche, nunca mejor dicho! Jajajaja.
-O sea, que los has visto.
-¡Joder, claro! Y pago religiosamente mi cuota de fan. Hay tíos con suerte, macho
-¿Qué quieres decir?
-Al tipo que se la folla en los videos. Ojalá mi chica fuera la mitad de zorra que Susana.
Arturo apretó los puños. No le gustó que llamara zorra a Susana.
-Bueno, estamos en un país libre. Todo el mundo tiene derecho a hacer lo que le da la gana. Si hay chicas que hacen esos videos es porque hay pajilleros como tú que pagan por verlos.
-Tranqui, tío. Que no la juzgo. Cada cual que haga con su vida lo que quiera.
-Pues eso.
-¡Pero no me voy a perder como el cabrón ese le mete ese pollón en el culito!
Casi le dice que ese cabrón, ese tipo con suerte, era él. Pero optó por callárselo.
-¿Y no preferirías meterle tú la polla a tu novia?
-¿Por el culo?
-Sí.
-Jajaja, claro. Pero la cabrona no se deja. Ni en su boca me deja correrme.
-¡Qué sosa!, ¿no?
-Pues sí, tío!. ¿Por qué crees que miro porno por Internet?
Hacía meses que Arturo no veía porno, salvo los videos que grababa con Susana. Tenía a la mujer perfecta y no necesitaba nada más.
-Tienes razón - dijo Arturo.
-¿En qué?
-En que el tío que se folla a Susana es un tío con suerte.
-Ya te digo. Y menudo pollón se gasta el cabrón.
-¿Te gusta su polla? - Preguntó Arturo con sorna.
-Jajaja, ¡Joder no!. Me refiero que no es lo mismo ver a un tío con una polla normalita follándose a una tía a ver a uno con una buena tranca. Y cómo se corre el hijoputa, además. Envidia me da.
-A muchas mujeres no le gusta la lefa especialmente - dijo, recordando a Nuria.
-¿Me lo dices o me lo cuentas?. Ojalá todas fueran como Susana.
-¿Guarra y zorra la llamaste no? ¿Quieres que todas sean unas guarras y unas zorras?
-Tío, ni que fuera tu novia.
-¿Y si lo fuera? ¿Cómo crees que me sentiría si me dijeras que mi novia es una guarra y una zorra? ¿Cómo te sentirías tú si yo dijese eso de la tuya?
-Si fuese verdad te aseguro que sería un hombre feliz.
-Teniendo de novia a una zorra.
-Claro. Pero mi zorra. No sé si me entiendes.
-Sí te entiendo. Hay un viejo dicho que dice más o menos que las mujeres tienen que ser unas damas en la calle y unas putas en la cama.
-Exacto.
-Desgraciadamente la sociedad es como es. Muchos hombres, y algunas mujeres, se creen con el derecho a juzgar a otras mujeres por como se comportan en su intimidad. Aunque esa intimidad, como en el caso de Susana, por razones que solo a ella le importan, la vendan. Si una mujer se arrodilla delante de un hombre y sonríe mientras él le llena la cara de semen, muchos otros hombres pensarán, como tú, que es una zorra y que por lo tanto ellos tienen el derecho a llamarla así. Y no solo eso, que tienen el derecho a acercarse a ella para que haga con ellos lo mismo que hizo con el otro. Y que no se atreva a negarse, ya que como es una zorra tiene que aceptarlo.
-¡Joder, Arturo! Que solo te hice un comentario inocente.
-No tan inocente, Antonio. Si un día te cruzaras con Susana ¿No intentarías follártela sabiendo lo que sabes de ella?
-Intentaría follármela aunque no supiera nada. Siempre me puso.
-Jajaja, sí, y a mí. Está muy buena, la jodía.
-¿Quieres que te pase alguno de sus videos?
-No. Estoy saliendo con una chica que me llena del todo y no necesito pajearme con otras.
-Suertudo. ¿La conozco?
Tentado estuvo de decirle que salía con Susana. Pero se calló.
-No creo.
.Bueno, tío. Me tengo que ir. Encantado de haberte visto. Y a ver si un día me presentas a esa - casi dice zorrita - maravillosa mujer con la que sales.
-Chao Antonio.
Se quedó unos minutos más, sentado a la mesa, pensando en todo lo que había hablado con Antonio. Sobre todo la última parte. La de presentarle a su chica
¿De verdad podría hacerlo? ¿Podría presentar a Susana a sus conocidos? ¿Podría decir que estaba saliendo con esa chica? ¿Con la… zorra de Onlyfans?
Toda la perorata que le había soltado a Antonio iba en dos sentidos. Nadie tenía el derecho de juzgar a los demás por su vida privada. Pero temía que los demás supieran que ella era su chica. Todo por el qué dirán. Todo por aparentar.
Y encima, lo peor de todo, es que en el fondo él participaba. Era la parte cobarde de la pareja. Ella salía a cara descubierta en los vídeos. Él solo ponía la polla.
Tras mucho cavilar, solo encontró dos soluciones. O la dejaba o seguía con ella sabiendo que en algún momento no lejano se sabría que salían juntos. Nuria ya lo sabía, pero en Nuria, a pesar de todo, confiaba. Ella no lo contaría.
Esa noche, cuando fue a casa de Susana ella se dio cuenta de que algo pasaba en cuanto lo vio. Tras besarse, notando que él no se lanzaba a por ella como de costumbre, le preguntó.
-¿Qué te pasa cariño? ¿Todo bien?
-Sí, todo bien.
Fueron al salón, se sentaron en el sillón y ella se acurrucó contra su pecho. Llevó su mano despacito hacia su bragueta y empezó a acariciarle la polla. Por primera vez no la encontró lista para ella.
-¿Seguro que estás bien?
-Sí… es solo que…
-¿Qué?
-¿Recuerdas a Antonio? De la pandilla
-Sí. Me tiró los tejos un par de veces.
-!Qué cabrito! No me dijo nada
-¿Lo viste?
-Sí, me lo tropecé y nos tomamos un café.
-¿De qué hablaron? - preguntó Susana.
-Pues ya sabes. De cuando salíamos en la pandilla, de cómo nos había ido…
-Y de mí.
-Sí. Me habló de ti. Es un de tus fans
Ella se incorporó y lo miró.
-Algún día tendría que pasar. Y más ahora que el canal va tan bien. Gracias a ti.
-Ya.. sí.
-¿Le dijiste que eres tú el que me folla en los videos?
-No
-Generalmente a los hombres os gusta presumir de las mujeres a las que os tiráis, sobre todo si son tan putas como yo - dijo Susana, con voz calma pero tensa.
Su tensión venía de su convencimiento de que Arturo estaba a punto de dejarla. De que no aguantaría aquella situación. Tenía un nudo en la garganta y luchaba por que no se le saltaran las lágrimas.
-Tú no eres una puta.
-¿No? ¿No me llamó así Antonio?
-No…
-¿Cómo me llamó?
-Zorra. Pero eso no importa. No es lo que los demás piensen de ti. Es lo que tú pienses de ti. ¿Piensas que eres una puta?.
-Hago sexo por dinero, Arturo. Es lo que piensan todos de mí.
-Sí. ¿Pero eres una puta?
Susana se lo pensó unos segundos antes de responder.
-No.
-Pues ya está.
-Pero aún así.. me vas a dejar - sollozó Susana, incapaz de retener más sus lágrimas.
Arturo la miró. Ella tenía razón, en parte. Desde que habló con Antonio su cabeza no había dejado de pensar. Y llegó a pensar en cortar con ella. En tener más en cuenta lo que los demás pensaran de él que lo que él sentía. Lo que él quería.
Y al ver como ella agachaba la cabeza y las lágrimas corrían por sus mejillas, se le rompió el corazón. A la mierda con Antonio. A la mierda con los demás. Los únicos que importaban eran Susana y él.
Llevó su mano derecha a la barbilla de la mujer e hizo que ella levantara la cabeza.
-No. No te voy a dejar. Eres la mujer perfecta para mí.
Susana, llorando ahora de felicidad, se abrazó con fuerza a su hombre. Se besaron, se acariciaron, se desnudaron el uno al otro y allí mismo se amaron. Sin cámaras. Solo para ellos.
Antes de irse a su casa, en la puerta, Arturo de dio un último beso, llevó su mano derecha a su culito, lo acarició y le dijo:
-Mañana es el gran día.
-Uf - respondió Susana, restregándose contra él y notando contra su barriga la dura polla que al día siguiente le clavaría en su culito.
La mañana para Susana fue caótica. Entre los nervios por lo que pasaría el medio día, su cabecita que no paraba de cavilar sobre su vida, por donde se había encaminado y por donde quería que se dirigiera, no daba pie con bola.
Se escribió varias veces con Arturo. Y al muy cabrito no se le ocurrió otra cosa que mandarle un video en el cual se sacaba la polla, dura como nunca y en primer plano. Le decía que ardía en deseos de por fin follarle ese culito tan lindo. Susana, solo de imaginarlo se estremeció, se excitó y al contraer su culito notó apretaba el dilatador grande que se había metido desde que se levantó para irse preparando.
-Eres un cabrito - le dijo con un mensaje de voz.
-¿Yoooo? jajaja que va. Aún estás a tiempo de echarte atrás.
-No soy de las que se rinden.
-Ummm, pues ya puedes darte hoy por… enculada.
-Uf. Bueno, te dejo. Tengo que hacer muchas cosas. Hasta luego.
-Chaito preciosa.
Entre todas las cosas que tenía que hacer estaba la de limpiarse bien y ponerse una lavativa para que no hubiera ningún accidente durante su estreno.
Justo a las 2:30, sonó el timbre y se estremeció. Sabía que era Arturo. Y sabía a lo que venía. Fue corriendo a abrirle la puerta.
-Hola preciosa
-Hola Arturo.
Él entró en la casa y cerró la puerta. Comprobó que había suficiente luz en el pasillo de entrada.
-Arrodíllate - le dijo a Susana
-¿Qué?
-Que te arrodilles.
Ella obedeció. Lentamente, mirándole a los ojos se hincó de rodillas ante su hombre. Vio como Arturo sacaba su móvil del bolsillo y empezaba a grabarla.
-Ahora sácame la polla y dile a todos tus fans para qué he venido.
Los pezones se le endurecieron y su coñito se mojó más de lo que ya estaba. Lentamente, sensualmente, mirando hacia la cámara que la grababa, le bajó la bragueta.
-Bueno chicos, el gran día ha llegado. Eso que todos ustedes, panda de pajilleros viciosos estabais esperando. Ver como esta enorme polla - dijo sacándola con habilidad - desaparece dentro de mi delicado culito.
Se la pasó por la cara. La besó, la lamió, la chupó. Siempre si apartar los ojos de la cámara para que los pajilleros se imaginasen que era a ellos a quien les estaba comiendo la polla. Se la metió en la boca y muy muy despacito se le fue tragando. La notó llenarle la boca, llegar casi a su garganta.
Entonces apretó más, queriendo que la polla la traspasara, que toda desapareciera dentro de su boca, hasta tocar con su nariz el pubis del hombre. Lo intentó, pero fue imposible. La gruesa polla no pasaba por su estrecha garganta. Además las muelas raspaban el grueso glande, lo que hizo que él retirase la polla al tiempo que ella tenía una arcada y tosía.
-Uf, chicos… jamás podré tragarme toda esta polla.
-Sigue mamándome la polla - ordenó Arturo
Susana obedeció. Siguió con la sensual mamada, sin volver a intentar una imposible garganta profunda. Mamó, chupó, lamió, besó, acarició, haciendo que Arturo gimiese cada vez más, llevándolo inexorablemente hacia el estallido.
Antes de que él se corriera paró e intentó levantarse, pero él la detuvo.
-Sigue como ibas. Te voy a llenar la boquita de leche caliente y espesa y te la vas a tragar despacito.
-¿Y mi culito? ¿No me lo vas a follar?
-Claro que te lo voy a follar. Pero con las ganas que le tengo y lo apretadito que lo tienes, si te la clavo ahora me correré enseguida.
Susana sonrió y se levantó. Le dijo que dejara de grabar.
-Mejor mi amor - le dijo - Así grabamos 2 corridas. Sé que no se te va a bajar la polla cuando te corras la primera vez.
-Jajaja vale. Vamos pues a por ese culito que tanto deseo.
Se dirigieron a la habitación donde generalmente hacían las grabaciones y se denudaron. Concienzudamente lo prepararon todo. Habían previsto usar tres cámaras. Las 2 de ella, fijas, y la de Arturo para planos subjetivos. La primera fija grabaría la cara de Susana mientras era enculada. La segunda sería un plano lateral desde atrás en que se la vería a ella de cuerpo entero y a Arturo desde más arriba de la cintura.
Susana, mirando a su cámara delantera empezó a hablar, al tiempo que la trasera grababa como se acariciaba el encharcado y baboseante coñito. Arturo aún estaba fuera de plano, grabándola con su teléfono.
-Umm chicos, el momento ha llegado. Estoy nerviosa, pero muy cachonda. Ya veis como me chorrea el coño.
En ese momento Arturo se acercó, entrando primero su polla y luego su cuerpo en escena. Sin más, agarrándose la polla con la mano libre, la dirigió al jugoso coño de la mujer y de una lenta pero sin pausa estocada, se la clavó entera.
Los pajilleros verían en el montaje final un primer plano de la preciosa Susana cerrando los ojos y apretando los dientes al sentir como su hombre le llenaba el coño con su dura verga.
Grabado con la mano izquierda y agarrando su cadera con la mano derecha Arturo se la folló despacito pero a fondo, entrando a tope. Se aseguró, mirando el plano de la cámara trasera que se viera perfectamente como su polla entraba y salía de coño de Susana. Se maravilló al ver como su polla brillaba debido a lo lubricada que estaba la acogedora vagina.
Se la folló a ritmo constante, entrando y saliendo hasta que ella no pudo más y se corrió. Todo el cuerpo de la mujer se tensó y fue recorrido por intensos espasmos durante su largo orgasmo. A punto estuvo también Arturo de correrse, pero sacó la polla del coño antes de sobrepasar el punto sin retorno y la dejó palpitando, mojada, ante la cámara.
Cuando comprobó que era seguro, le volvió a meter la polla en el coño. Aún notaba contracciones en las acogedoras paredes vaginales.
Sin sacar la polla, alargó la mano para coger el bote de lubricante que tenía preparado. Sacó un primer plano de como echaba unas gotas por la rajita del culo de Susana, especialmente sobre el esfínter que en breve se proponía profanar. Luego, con el pulgar, empezó a esparcir el gel, a acariciar con yema el agujerito y apretando, fue metiéndolo dentro.
Las semanas de preparación habían dado sus frutos. El pulgar entró con facilidad en el culito de Susana. Arturo sacó primeros planos de como entraba, salía y volvía a entrar un poco más, hasta que entró todo.
-Ummmmm que rico se siente, chicos - dijo Susana- El coño lleno de polla y mi culito penetrado.
Por el momento ella solo sentía placer. Y más sintió cuando Arturo comenzó a follarla acompasadamente. Cuando sacaba la polla le metía el dedo, y cuando el dedo salía, entraba la polla. Ella meneaba las caderas y no parada de gemir. Miraba a su cámara, la que enfocaba a su cara, pero también a veces a la trasera y a la de Arturo.
La doble estimulación llevaron rápidamente a la mujer a un segundo orgasmo. El grito de placer fue captado por las cámaras, así como las contracciones de su cuerpo. Cuando pudo hablar, le dijo a sus seguidores.
-Uf, chicos, ya no puedo más. Este hombre me va a matar de placer. Y aún falta lo mejor.
Arturo grabó como su dedo salía del culito de Susana, como la polla salía de su coño, llena de jugos vaginales. Levantó el plano para enfocar hacia la cara de la mujer, que girando el cuello, le dijo.
-Venga, ya es hora de que me rompas el culo. Clávame ese pollón que me tiene loquita.
La polla de Arturo dio un respingo. Por fin iba a cumplir su anhelada fantasía. Echó más lubricante, tanto al esfínter como a toda su polla. Acercó al grueso glande y lo apoyó contra el ahora cerrado agujero.
-Relájate, Susana. Y avisa si te duele para parar
-¡Fóllame ya!
-A sus órdenes, señora.
Apretó. Notó claramente como el ano se distendía alrededor de la cabeza de su polla. Siguió apretando y grabando como milímetro a milímetro entraba dentro del ansiado culito.
Susana apretó los dientes. Sabía que ese primer momento era el más crítico. Sintió dolor, pero soportable. La polla de Arturo era más grande que el más grande de los dilatadores, pero no tan dura y fría. Se sintió llena aunque apenas tenía aún dentro solo la punta de la polla.
Arturo se retiró, sacándosela del todo para ponerle más lubricante. Luego volvió a ponerla a la entrada.
-Ahora sí que te la voy a clavar toda - le dijo.
-Uf…Sí sí…. encúlame.
Sujetándose la dura verga, el hombre presionó con más fuerza que antes. Ahora fue entrando con más facilidad que antes. Toda la cabezota entró dentro. La sacó solo un poco y empujó más, clavándola más.
Susana aguantó estoicamente. Ahora sí que empezó a sentirse llena. Notaba como la gruesa barra de carne entraba, como salía y como volvía a entrar otra vez un poco más que antes.
-¿Vas bien? - preguntó Arturo.
--Uf.. uf.. cómo te siento. Me llenas a tope
-¿Paro?
-Noooo, no.. sigue…duele un poquito… pero apenas….
Él siguió con la misma táctica de ir metiendo y sacando la polla del culito de tal manera que cada vez entraba un poco más. Sentía mucho placer. No solo porque el cálido culito de Susana apretaba como nunca había sentido su polla, sino por lo erótico del momento. La bella mujer, ofrecida, con el culo levantado, ofrecido. El momento con el que tanto había soñado por fin había llegado. Ya no tenía que imaginarlo. Se estaba follando el culo de Susana.
No pudo aguantar más. Notó que su cuerpo se tensaba, que se iba a correr sin remedio. Aceleró el ritmo de las penetraciones, pero sin meterla más. Media polla entraba y salía.
-Aggg dios… - dijo Susana, cerrando los ojos -- como te siento.
En ese momento Arturo llegó al punto sin retorno. Su cuerpo se tensó, sus dedos se agarrotaron. Pero tuvo la fortaleza para no cerrar los ojos y sostener firme el teléfono para grabar como su polla salía del culo de Susana, como la dejó apoyada contra las nalgas y como, tras un espasmo, un enorme chorro de semen salía disparado de la punta de su verga, describía un arco y caía en la espalda de la mujer. Grabó como sin tocarse se corría sobre ella. Fueron 10 latigazos de semen que su polla escupió sobre la espalda y las nalgas de Susana. Uno de ellos llegó casi al cuello de la chica.
No recordaba un orgasmo tan intenso en su vida. De la polla salieron un par de chorros más, más débiles, que bajaron por su polla hasta la raja del culo.
Jadeando, con el corazón a mil por hora, se agarró nuevamente la polla y se la volvió a meter. Aún sentía espasmos.
-Ahora sí que te voy a follar bien follada - le dijo
Empezó despacito, como antes, pero cada vez empujando más, cada vez metiendo más polla dentro del apretado recto de la mujer. Siempre atento a alguna señal de ella de que parase. A algún quejido de dolor. Pero solo oyó gemidos.
Cuando tres cuartas partes de la polla estaba alojadas dentro de la mujer, paró.
-¿Más? - le preguntó.
-¿Pero aún no la has metido toda? Pero si siento como si me fuera a salir por la boca.
-¿La quieres toda?
Susana apretó los dientes y cerró los ojos.
-¡Toda!
Ahora despacito, pero sin pausa, Arturo empujó, enterrando su verga centímetro a centímetro dentro del culo de Susana. No paró hasta que su pubis chocó contra las nalgas.
Lentamente Susana abrió los ojos y miró a la cámara.
-Ya tenéis lo que queríais, cabrones. Me ha clavado todo el pollón el culo, hasta los huevos. Siento como si fuera a reventar… pero… uf…también… me gusta.
Al oírla, Arturo empezó a follarla. Comenzó despacio, sacando la polla hasta la mitad y volviéndola a enterrar a fondo. Aumentó el ritmo poco a poco. También aumentaron los gemidos de placer de Susana. Y se intensificaron aún más cuando ella llevó una de sus manos a su coño y se empezó a masturbar.
-Aggg, dios… creo que… me gusta…Arturo… cómo te siento dentro de mí.
-Umm, me encanta follarte el culito, Susana.. lo tienes tan apretadito, tan calentito… Aunque esta parte tendrás que cortarla le video final.
-¿Por? .. Ah coño.. sí… - se dio cuenta de que se habían nombrado por sus nombres reales.
La siguió enculando. Sacaba planos de su espalda llena de semen, de su polla entrando y saliendo del apretado culo. Miraba a la otra cámara para asegurarse de que su cuerpo no obstaculizara la visión de la verga entrando y saliendo y como ella se pajeaba.
-Chicos..esto es.. lo más intenso que me han hecho jamás.. Creo que voy a.. correrme…ag dios
Aunque ella no hubiese gritado segundos después en pleno orgasmo, Arturo habría sabido que ella se estaba corriendo. Lo notó en su mano, apoyada en su cadera. Notó el cuerpo tensarse. Lo notó en su polla, estrangulada por el palpitante esfínter que se contraía alrededor de su polla. Polla que no dejó de meter y sacar.
En pleno orgasmo Susana casi perdió el equilibrio y cayó hacia adelante. Arturo la sujetó antes de que la polla se saliera. Su reciente orgasmo permitió que a pesar del placer y del morbo que sentía al estar sodomizando intensamente a la hermosa chica pudiese seguir follándola más tiempo. Tiempo suficiente para que antes de que notase que su segunda corrida se avecinaba, Susana volviese a estallar en un intenso orgasmo que precipitó el del hombre
Si antes se había corrido fuera, esta vez el hombre decidió llenarla de su esencia. Arreció con sus embestidas hasta que llegó al clímax. En ese momento, con medio polla enterrada en el recto de la chica, empezó a correrse. La cámara captó claramente las palpitaciones de la polla. Cada espasmo era un latigazo caliente que era lanzada al interior del cuerpo de la mujer, la cual sintió todos y cada uno de los disparos por como la polla se contraía alrededor de su ahora dilatado ano.
Durante los segundos que duró la portentosa eyaculación ella miraba a la cámara. Sus párpados se movían al compás de los espasmos de la polla.
Segundos después del terminar de correrse, Arturo le fue sacando la polla del culo. Luego sacó un primer plano del enrojecido esfínter. Parecía palpitar aún.
Las fans no vieron como Arturo la ayudaba a ponerse de pie, como le daba la vuelta y como la besaba con pasión llevando sus manos a las redondas nalgas de su recién estrenado culito.
-¿Qué tal? - le preguntó.
-Uf… ha sido intenso.
-¿Te dolió?
-Solo al principio, pero poquito. Pero no esperaba que me fuera dar tanto placer sentir tu polla dentro de mi culito.
-Ummm, eso significa que podré volver a follártelo más veces.
-Jajaja, Sí. ¿Y a ti te gustó darle por el culo a tu chica?
-Mucho. Demasiado. ¿Sabes? Es el segundo culito que me follo.
-¿A Nuria también?
-No, que va. A ella ni tocarla por la zona.
-No me extraña, con ese pollón que tienes. ¿Sabes una cosa?
-Dime
-No lo hice por la petición del fan. De hecho no voy a aceptar el dinero que me ofreció. Lo hice por ti.. Porque sé que lo deseabas.
-Desde que salíamos en la pandilla.
Susana le pasó los brazo alrededor del cuello. Le miró a los ojos. Él vio que los de ella brillaban.
-Y nunca me forzaste. No quisiste cumplir tu deseo por no hacerme daño.
-Jamás te haría daño.
-Lo sé. Y por eso te amo. Bueno, por eso y por tu polla que me tiene loquita. jajaja
Se besaron otra vez.
Durante las siguientes semanas la relación entre Susana y Arturo se fue asentando. Ya salían como pareja. Dejaron de esconderse. Ambos eran felices juntos.
Un par de meses después Arturo recibió un whatsapp de Antonio.
-Pero mira que eres cabrón, Arturo
-¿Yo? ¿Por qué lo dices?
-No te hagas el loco. Ahora entiendo cómo te pusiste aquel día que hablamos de Susana. Me han dicho que sales con ella.
-Es cierto. Salgo con Susana.
-Eso solo puede significar una cosa. Que el que se la folla en los videos eres tú.
-Bueno, quien sabe. Nunca se le ve la cara.
-Ya ya.. bribón. Por mucho que me dijeras aquel día no creo que fueses capaz de salir con ella sabiendo que otro se la folla para sus videos.
-Bien visto, Antoñito.
-Jajajaja, pero que cabrón eres, tío. Me lo tendrías que haber dicho aquel día.
-Soy un caballero. Discreto.
-Bueno, yo también lo soy. Tranquilo que nadie va a saber por mí que eres tú el afortunado mortal que goza de esa…. ummm… maravillosa mujer.
-Sí que es maravillosa, sí.
-¿Sabes una cosa Arturo?
-Dime
-Eres un tío con suerte. Te envidio. De manara sana, eh?. Pues eso, que te envidio. Tu chica es el sueño de todo hombre.
Arturo se lo pensó unos segundos antes de responder.
-Tienes razón, Antonio. Es una mujer maravillosa en todos los sentidos. Y no solo en el sexo.
-Jajaja, supongo. Que el sexo es un ratito y el día muy largo. ¿Eres feliz?
-Lo soy.
-¡Pues eso es lo que importa, macho!. Que solo se vive una vez. Cuídala. Y que no te la roben, jejeje.
-¡Pobre de aquel que se atreva!
-Pues lo dicho, tío. Chao
-Chao.

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