Una Noche, Sin Compromisos, sexo en la discoteca con una gorda Parte 1

Yo estaba solo en casa, sin mucho para hacer, pero sobre todo, estaba muy caliente como uno de esos toros que a veces salen en los videos de tiktok, tenía ya más de 5 meses sin tener relaciones sexuales, entonces, para tratar de quitarme esta abstinencia fatal y poder acabar con esas ganas, me fui con unos amigos a la discoteca mas cercana. pero estaba sin un solo centavo en el bolsillo, pero por suerte mis amigos habían dicho que pagarían todo.tengo un buen cuerpo, aunque no entreno con esmero, voy 2 días a la semana al gimnasio, me considero atractivo, pero sé que no soy él que más levanta las miradas. Aún así, tengo mucha confianza en mí mismo lo que siempre me ha ayudado para follar con mujeres con baja autoestima, ese día fui con mis amigos a la discoteca con todas las ganas o confianza de que encontraría a alguna mujer con la cuál matar las ganas de coger que tenía.Hay un montón de personas en la discoteca, pero sorprendemente, más chicos que chicas ese día. Entre todas me llamó la atención una chica de aproximadamente 1 metro 70, era alta, delgada, linda sonrisa, y unos senos de buen tamaño, ni muy grandes ni muy pequeños. Y aunque estaba con su grupo de amigas, me dije a mí mismo, ella es mi objetivo.Estaba con dos amigas, una flaca alta, no tan estilizada cómo ella, pero con unos senos más grandes, aunque también era más rellenita. La otra era más bajita, de pelo corto y con una cadera espectacular, pero, mi mirada estaba puesta en la que vi primero, tenía el pelo rúbio y una mirada pícara. Me acerqué a ella, y sin perder el tiempo las saludé a las 3, pero a ella la quedé mirando, y sin apartar la vista de sus ojos la invité a bailar, ella dudó por un momento, pero aceptó cuándo escuchó la música.Aproveché para bailar con ella, por el bullicio y toda la gente me acerqué a ella, la rozaba con mi entrepierna y ella solo me quedaba mirando, con una sonrisa pícara, y mordiendose los labios. Esa mujer sabía lo que quería, y ella lo deseaba también.Todo escaló rápido, cuándo cambió la música y el DJ empezó con un juego de luces empecé a besarla, un beso apasionado, sentía cómo su lengua jugaba con la mía, y mis manos parecían cobrar vida mientras se deleitaban tocándole las nalgas. Ella sabía lo que quería no perdió el tiempo, mientras yo la tocaba su mano bajó y me tocó el pene a través del pantalón, la miré sorprendido, pero ella con una simple mirada me lo dijo todo, quería que se lo metiera.Pero en ese momento llegó una de sus amigas y le dijo algo al oído, por el ruido no debía haber escuchado, pero pude distinguir lo que le dijo, su esposo estaba afuera. La chica se puso roja, se disculpó conmigo y me dijo que tenía que irse, y me advirtió que su esposo era alguien con quien no convenía meterse. Inmediatamente sentí cómo si me hubieran arrojado un balde de agua fría, la chica se fué con la amiga y yo quedé allí, solo y tan caliente que no sabíaque hacer, ya me había imaginado en el baño metiendole mi miembro por la boca y por esas nalgas tan ricas.Ya nada me importaba, y aunque inicialmente no me había fijado en ella, su amiga, la que tenía los senos grandes, se quedó sola en la mesa, volteé a ver a mis amigos y ambos ya estaban con dos chicas, el únio que estaba solo era yo, así que fuí donde estaba la más rellenita.Era más bajita, tal vez medía 1 metro 57 aproximadamente. Me acerqué, la saludé y me reconoció, y aunque no me parecía tan atractiva, ya las ganas que tenía, eran muy grandes. Inicialmente estuvo distante conmigo, pero poco a poco se fue soltando y la conversación fluyó, para que todo fuera mejor le invite un trago, y así todo fue de mejor manera.

Una Noche, Sin Compromisos, sexo en la discoteca con una gorda Parte 2

Luego de un rato la invité a bailar, la chica ya se sentía más en confianza conmigo, más suelta, aunque cuándo estabamos bailando estaba distante, no se me acercaba tanto a pesar de que la música que sonaba era para estar más cerca. Pero poco a poco se acercó, en eso sus nalgas rozaron con mi miembro, por cómo estaba pensé que se iba a distanciar pero fue todo lo contrarió, parece que se emocionó descubrir que tenía una ereción. Se acercó más a mí, me bailaba rozaba con mi pene provocándome aún más, el mensaje era claro, quería que se lo metiera.En eso nos empezamos a besar, sentía su lengua jugar con la mía, con una mayor técnica que la de su amiga, me sorprendió lo bien que sabía manejar la lengua y no puede evitar imaginarme cómo me lo chuparía. Yo aprovheché y empecé a tocarla, a sentir sus nalgas, pero ella era aún más atrevida, tomó mi mano y la puso sobre su vagina, pasó mi mano abajo de su falda y pude sentir su vagina húmeda, y me excité aún más.En ese instante llegó el humorista invitado y todos se movieron, se acercaron a la tribuna y nos empujaron. En eso la chica me miró, con una sonrisa pícara, y me dijo que tenía que ir al baño, no me dijo nada más, sabía que era una prueba, y estaba dispuesto a pasarla. La seguí al baño, y cómo todos fueron a la tarima el baño estaba solo, entré luego de ella y cerré la puerta con seguro, no quería que nadie nos molestara.Me acerqué a ella la tomé y la besé, nos dejamos llevar, esa mujer jugaba con su lengua cómo una diosa, me dejaba sin aliento, y era mucho más activa de lo que aparentaba, mientras nos besabamos empezó a desabrocharme el pantalón, cuándo lo abrió bajó sin esperar más, tomó mi pene y pude ver cómo se sorprendía por el tamaño, un pene erecto de 20 centímetros, se nota que era algo que deseaba. Empezó a chuparmelo, movía esa lengua cómo pocas, sentía que me iba a sacar la leche en cualquier momento, me estaba haciendo sentír un placer tan intenso que no pude contener mis gemidos.En eso escuchamos a alguien que iba a entrar al baño, eran varias voces, yo me escondí en un cubículo y ella abrió disimuladamente la puerta, escuché entrar a las otras personas y en eso ella entra, se baja la falda, se corre su pantys y toma mi pene y ella misma se lo mete, intentó contener un gemido y aunque lo logró, dejó escapar un pequeño sonido, pero no me importó. Tenía lo que quería, la penetré más profundo y cada vez iba más rápido, estaba apretadita y tan húmeda que cada movimiento era delicioso.Escuchamos que las personas que habían entrado ya salían, y aprovechamos, salimos, cerramos la puerta y la tomé, la monte sobre mi pene y mirándola directamente a los ojos volví a penetrarla, movía mi cadera, y ella con esa cara tan pícara me pedía más sin decir nada, se notaba cómo lo disfrutaba, cómo quería que siguiera y no parar nunca, su excitación se notaba en sus ojos.No pude aguantar mucho, estaba a punto de venirme, ella lo sabía, pero no se quitó, y me corrí dentro de ella. Acabé y fue lo más glorioso de mi semana. Ella me miraba con una sonrisa que me hacía querer volver a penetrarla, pero ya habia pasado mucho tiempo y posiblemente alguien quisiera entrar.Nos limpiamos, y salimos juntos del baño, nadie lo notó, en eso salimos juntos de la discoteca y fuimos a una farmacia, le compré una pastilla para el día después y así evitar que ese momento de placer se convirtiera en algo más. Luego de eso intercambiamos números, pero antes de irse se acercó a mí y me dijo en el oído. Sé que querías hacer esto con Liz, pero si te gustaría volver a intentarlo, puedo convencerla para que se una a nosotros en una próxima vez. Después de eso se alejó y se despidió, antes de irse la llamé y le pregunté su nombre, al escucharme soltó una risa y me dijo, su nombre.
    • Mi nombre es Sara, un placer, chico de los 20 centímetros.
Y así acabó mi noche, mucho mejor de lo que esperaba y con una aventura para el futuro. No podía haber pedido nada mejor.

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